Una leyenda urbana, popularizada durante la pandemia de covid, afirma que los virus están destinados a perder su malignidad con el paso del tiempo. No es cierto. Un equipo internacional de científicos ha anunciado este jueves el descubrimiento de una variante más virulenta y contagiosa del VIH, el virus que puede desencadenar el sida si no se trata. Los investigadores han detectado por el momento 109 casos, prácticamente todos en Países Bajos y la mayoría de ellos (el 82%) en hombres que tienen sexo con hombres. La variante, bautizada VB, triplica o incluso quintuplica la cantidad habitual de virus en la sangre.

El VIH saltó desde los chimpancés a los humanos alrededor de 1920, en lo que hoy es la República Democrática del Congo, aunque no se identificó hasta 1983. Desde entonces, algunos datos de Europa y Norteamérica han sugerido que el virus ha ido aumentando su virulencia en algunas regiones. La variante VB es especialmente agresiva. El VIH destruye los linfocitos CD4, un tipo de glóbulos blancos que protegen a las personas frente a las infecciones. La Organización Mundial de la Salud considera “enfermedad avanzada” un número menor de 350 linfocitos por cada milímetro cúbico de sangre. Los hombres treintañeros con la VB, en ausencia de tratamiento, alcanzarían este peligroso umbral unos nueve meses después del diagnóstico, frente al promedio de 36 meses con la variante habitual.

El epidemiólogo Chris Wymant, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), recuerda que el VIH afecta a las personas de maneras muy diferentes. En algunos individuos, el virus provoca el sida en apenas unos meses. En otros, tardas décadas. La cantidad de virus en sangre puede ser miles de veces superior en algunas personas. Convencido de que estas diferencias se podían explicar en parte por las mutaciones del virus, el equipo de Oxford lanzó en 2014 un proyecto para buscar cambios genéticos en el VIH asociados a un mayor impacto de la enfermedad. Los últimos resultados se publican este jueves en la revista Science.

Wymant explica que el ser humano y el virus han entablado “una carrera armamentística”. Actualmente, las personas con VIH pueden vivir con normalidad gracias a una simple pastilla diaria de tratamiento antirretroviral, que hace que el virus sea indetectable e intransmisible. Pero el VIH no para de mutar. “El escenario más desfavorable sería la aparición de una variante que combine una mayor virulencia, una mayor transmisibilidad y una resistencia al tratamiento. La variante que hemos descubierto solo tiene las dos primeras propiedades”, advierte el epidemiólogo de Oxford.

Wymant lanza un mensaje tranquilizador. “La gente no tiene por qué preocuparse. Encontrar esta variante enfatiza la importancia de las recomendaciones que ya estaban en vigor: que las personas en riesgo de contraer el VIH tengan acceso a pruebas periódicas que permitan un diagnóstico temprano y un tratamiento inmediato”, opina el epidemiólogo. El riesgo de contraer VIH es 35 veces mayor entre las personas que se inyectan drogas, 34 veces mayor para las mujeres trans, 26 veces mayor para los “trabajadores sexuales” de ambos sexos y 25 veces mayor en los hombres que tienen sexo con hombres, según las estadísticas del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida.

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