DESDE LA MEDIANOCHE del viernes desapareció la tranquilidad otra vez en Cajeme, luego de que ese día un joven fue ultimado con impactos de bala de un fusil AK 47, frente al nuevo estadio de béisbol allá por rumbos del fraccionamiento Paraíso Residencial. Aunque fue levantado aún con vida minutos más tarde murió en el hospital del Seguro Social. Horas después, en la madrugada del sábado, otro hombre fue privado de la vida también proyectiles de arma de fuego, en tanto que el día transcurrió con aparente tranquilidad, pero en cuanto amaneció ayer quedaron al descubierto los cadáveres de dos hombres torturados dentro de una bolsa de plástico por rumbos de la calle Mariano Matamoros en la Comisaría de Cócorit, hecho que marcó el día como violento, debido a que al filo de las cuatro de la tarde otro individuo no identificado fue ultimado a tiros en la colonia México, para entonces ya era el tercer ejecutado del día y el número seis del mes de febrero. Empezaba a apagarse la luz del día, cuando en la colonia Los Presidentes otra persona fue agredida a balazos en la colonia Los Presidentes, en el sur de Ciudad Obregón. Esto, solo como muestra de que las estrategias no están funcionando, como bien lo dijo el jefe de la comuna de que están fallando y no se equivocó porque la aparente tranquilidad es tan frágil que no se ha logrado vigorizar la paz y mucho menos fortalecer la quietud. De momento, al menos se ha reducido a un muerto por día la escalada de crímenes que registra el municipio, aunque este domingo fueron tres los asesinatos. El riesgo es que se mantenga esa tendencia porque en un abrir y cerrar de ojos volveremos a las estratosféricas cifras de dos o tres homicidios por día y entonces de nada va a servir las acciones de vigilancia y prevención del delito que han realizado agentes policíacos de los otros órdenes de gobierno. En estas tareas, igualmente participan militares del 85 Batallón de Infantería que arribaron del Estado de Durango y quienes por cierto no se han dejado ver en las últimas horas… RESULTA NECESARIO que las autoridades entiendan que el fenómeno de la inseguridad en el municipio de Cajeme es más complicado de lo que se imaginan por lo que no descarta que las corporaciones que deben estar permeadas por el crimen organizado por lo que se requiere de una urgente intervención y no esperar a que esto se complique y se arraigue todavía más. Por ningún motivo el presidente municipal, Carlos Javier Lamarque Cano, debe afirmar que existe una disminución de hechos criminales porque pareciera que al siguiente día que lo pregona, emisarios de la muerte se afanan en responderle con una letanía de muertes. Lo más sano y prudente es que mejor trabaje con decisión y voluntad en la depuración de la Policía Preventiva y Tránsito Municipal. Es primordial que cumpla con ese ineludible compromiso sí en verdad es congruente con su mensaje de que están trabajando en la construcción de la paz de Cajeme. Y, es que para nadie es un secreto que mientras exista colusiones de policías con presuntos criminales no terminarán los asesinatos, en virtud de que nadie se explica cómo es que los emisarios de la muerte en una actitud desafiante se mantienen en las calles destruyendo vidas como sucedió la tarde de este domingo en la colonia México, pese a que se supone que hay vigilancia por todos los rincones del municipio. Hay quienes consideran que ya no hay argumentos que esgrimir por parte del alcalde al no lograr pacificar al municipio. Se fue Cándido Tarango Velázquez y seguimos en las mismas o quizás peor porque a pesar de que se podría decir que la ciudad está blindada y aun así el índice criminal se mantiene sin cambios por lo que es primordial que ahora se actúe con quienes podrían estar vinculados a organizaciones delincuenciales. Algo se tiene que hacer, empezando por dejar de lado las arengas de que ahora sí cambiará el panorama en nuestro virulento entorno… JUSTAMENTE ayer estuvo en la Comisaría de Cócorit, el secretario de Seguridad Pública, capitán de navío, Claudio Cruz Hernández. Acudió al lugar donde se hizo el hallazgo de los dos hombres torturados y ejecutados. Por supuesto que son sucesos preocupantes porque estos acontecimientos dan al traste con todos los esfuerzos que se han hecho por regresarles la paz y quietud a las familias de este suelo sonorense. Cruz Hernández, debe comenzar por analizar que el director operativo que le impusieron en la persona de Jesús Navarro Velarde es solo un florero. Es tiempo que vaya analizando su desempeño y seguros estamos que no va a transcurrir mucho tiempo para que se dé cuenta que este individuo al menos en el plano operativo es una figura espuria, porque nunca en su trayectoria como suboficial de la Policía Municipal había desempeñado un cargo de esa naturaleza y en mala hora se pusieron a experimentar con alguien que por siempre ha denotado una personalidad apocada y timorata. Por supuesto que quienes lo empujaron a ese cargo son igual o peor de necios que él porque en realidad es solo un inútil protagonista y si no al tiempo, pero es justo insistir que no es de mentes sanas que hagan ese tipo de ensayos cuando la inseguridad en Ciudad Obregón es GRAVE, así con letras mayúsculas. Los hechos violentos están latentes… EL PASADO fin de semana fue suspendido quien estaba de comandante en el sector seis en acato a la recomendación que en días pasados emitió la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), debido a que él y otro agente no cumplieron con su deber legal en el caso de la esposa de un oficial de la AMIC que pidió su intervención para que lo detuvieran y no lo hicieron pese a que éste la amenazó de muerte con su arma de cargo. Pues bien, los elementos en cuestión, que estaban comisionados en la Ussi Norte fueron sacados de circulación y no deberán tener contacto con la ciudadanía por lo que se les tiene que reasignar a otro puesto o actividad como medida provisional. Al quedar sin encargado el sector seis se fusionó con el siete y esto debe ser tomada como acertada decisión, tal y como aquí ya lo habíamos expuesto de que se tenía que hacer algo al respecto como deberán hacerlo en otras demarcaciones que erróneamente se sectorizaron y menos cuando no se cuenta con el parque vehicular necesario, así que el comandante Carlos Villalpando Romero tendrá a cargo la vigilancia de las colonias Beltrones, San Antonio, Pioneros de Cajeme y Amaneceres uno y dos… DONDE EL AMBIENTE ha transcurrido con evidente tranquilidad es en la Comisaría de Esperanza y sus colonias lo mismo que en Villa Bonita, ante la constante presencia de la Guardia Nacional lo que les ha permitido un respiro a los comandantes Carlos Trujillo Castro y Víctor Hugo Valdez Picos que llegó con la premisa de trabajar incansablemente para recuperar la paz de los habitantes de ese conurbado sector. Ahí está una muestra de que cuando hay movimientos radicales estos funcionan como sucedió en Villa Bonita al ser cambiado todo el personal y su comandante. Si había compromisos y componendas estas se acabaron. Todo es cuestión de que haya voluntad y decisión. Ese tipo de permutas por igual debe realizarse en otras demarcaciones, pero, principalmente en la Policía Rural, ya que hay elementos que tienen demasiado tiempo, además de que el responsable de esa unidad no es la persona idónea porque a decir de la tropa Guillermo Medina Mendivil “El Pareja” es muy dado a llevar y traer chismes y esa no es la función de un buen policía. Hay perfiles más sanos que pueden ocupar esa delicada encomienda, así ahí se la dejamos de tarea, y ya que el tiempo apremia luego seguimos, Dios mediante.