El presidente de la República, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, debe aprovechar la visita que le hará a la Tribu Yaqui, donde por supuesto destacará los apoyos del Programa de Justicia, para exigirles que levanten de una vez por todas esos retenes ilegales que tienen años instalados, pisoteando la Constitución y mostrando una anarquía indignante que ya tienen harto a todo mundo. Le agradeciéramos infinitamente a nuestro presidente que durante el mensaje que les dirija, hicieran un paréntesis y por unos minutos, se fajara los pantalones y dejara ese mensaje bonachón frente a la tribu, para exigirles con el suficiente valor y coraje, que de una vez por todas quiten a “chiflar a su máuser” esos retenes donde hacen lo que les pega la gana y ninguna autoridad es capaz de hacer algo. Si el presidente o el gobernador ALFONSO DURAZO MONTAÑO, no aprovechan esta visita para meterlos al carril, comprenderemos que de plano no tienen ni la menor de las voluntades de solucionar este fastidioso problema de que al pasar por Vícam o Loma de Guamúchil, hay que darle dinero a los miembros de la tribu, que hace años se declararon enemigos acérrimos de la pala, el talacho, el machete y toda aquella herramienta que signifique un trabajo decente, porque ahora su modus vivendi, es vivir a costillas de los choferes, los que sí trabajan. Ya basta señor presidente, ya basta señor gobernador, de tanta anarquía y de tanta tolerancia hacia la tribu. Todo tiene un límite y este aquí ya se acabó señores, tiene que hacer algo, antes de que suceda una tragedia, porque los transportistas, son gente de trabajo, impuestos a los desvelos en los turnos de hasta 24 horas, como para estarle regalando su dinero a una horda de mediocres que solo alargan la mano, como limosneros y si no les das te arrebatan a pedradas, garrotazos o te amenazan con armas de fuego, entre otras lindezas, que por supuesto se atreven a hacer, ante el evidente vacío de autoridad del que gozan por parte de los tres niveles de gobierno, que solo han ido pateando el bote a través de los años. En otros tiempos, cuando no había Gobiernos tan mediocres e ineptos, que convenencieramente no molestan ni al crimen porque solo piensan en los votos, hace mucho que esos retenes no existieran. Especialmente en estos días creció la indignación entre los transportistas después de ver el rostro golpeado y ensangrentado del último trailero que atacaron a puntapiés y manazos una turba de yaquis, porque el hombre les daba 150 pesos, pero le exigían 250, o sea, ahora están cobrando más caro que en la caseta, que por cierto, aquello de la caseta que les prometió el presidente en su territorio para que no estuvieran jodiendo gente con sus retenemos, ya se volvió puro cuento de parte de López Obrador. Esa era en realidad la solución de este problema, pero como el presidente lo acostumbra, se rajó con la promesa que les hizo y entonces, por eso no tiene cara de pedirles que se quiten. Es frustrante, indignante y encabrona, contar con autoridades que muestren tanta indolencia y “valelemadrismo” ante un problema latente como este de los retenes, donde nadie ha tenido los pantalones para solucionarlo, por el paternalismo que le profesan a la tribu. Pero ahora sí de plano se pasaron de la raya. En sus manos está señor presidente, ahorita que anda en Sonora, póngale un hasta aquí a esos odiosos retenemos, que ya nos tiene hasta la coronilla, o de lo contrario, espere las consecuencias que esto puede generar de un momento a otro, pero cuando suceda algo lamentable, no reparta culpas, póngase frente a un espejo y ahí mirará al verdadero culpable…………… Y si en Sonora estamos así, en Veracruz están peores con el gobernador CUITLÁHUAC GARCÍA, quien demostró que está hecho de un material muy chafa, al protagonizar un berrinche en una rueda de prensa que lo dejó muy mal parado. Tan mal parado que se le vino encima una lluvia de críticas que lo dejan muy lejos de aquel gobernador que describe el presidente AMLO como un buen hombre, mesurado, inteligente. Le platicamos: Hace algún tiempo por sus ‘tanates’ se subió una iniciativa al Congreso del Estado, una iniciativa para tipificar como delito el ultraje a la autoridad, lo que significa que hablar mal de cualquier autoridad entre ellas el propio gobernador, así sea verbal, en redes sociales, la radio, la televisión, en medios escritos o el medio que sea, es un delito y hasta el momento hay 1,033 personas en el bote por ese delito. De hecho, por eso es la bronca entre el mandatario Cuitláhuac García y el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, RICARDO MONREAL ÁVILA, porque este considera que con esa ley se están cometiendo muchas injusticias y hay demasiada gente en la cárcel sin razón, como por el hecho decirle rata a un policía, que no es más que falta administrativa, que amerita multa, pero no cárcel. El caso es que en la última rueda de prensa que ofreció el ‘deschavetado’ gobernador fue cuestionado por la reportera de Meganoticias, SARAH LANDA, sobre dicha ley, sobre las críticas que ha recibido y sobre algunas fuerzas vivas del estado que pretenden la derogación de esa ley por inviable. No se lo hubiera dicho. El mandatario se transformó en verdadero energúmeno que lanzó agresiones a la reportera, que con tanta facilidad le sacó el tapón, pero de una forma impresionante, porque que soltó con un habladero como un vil perico bien atizado, dejando boquiabiertos a reporteros y fotógrafos presentes, que por fortuna grabaron las escenas bélicas del mandatario y en minutos se hicieron virales en las redes sociales. Y eso le costó al gobernador jarocho, que todo mundo reprobara su actitud beligerante en contra de la reportera, así que empezaron a circular comunicados de Derechos Humanos, de múltiples organizaciones de abogados, igual de organismos de periodistas, de dirigentes de partidos políticos, de reconocidos periodistas y otras instancias que le dieron todo el apoyo a la compañera sobre la serie de improperios que le lanzó el energúmeno sentado en la principal silla gubernamental veracruzana. Pero no es posible dejar pasar este día para citar la lluvia de críticas que recibió también de diferentes partes, menos de Morena, el presidente López Obrador, por tratar de intimidar y callar al reconocido reportero CARLOS LORET DE MOLA, al utilizar a la Secretaría de Hacienda, para revelar datos de sus sueldos y sus ingresos, que ponen en peligro la integridad física de Loret, en un claro abuso de poder del mandatario nacional, al que le ha dolido hasta el alma que el reportero de Latinus, junto con Mexicanos contra la Corrupción hayan puesto al descubierto las residencias donde ha vivido su hijo JOSÉ RAMÓN LÓPEZ BELTRÁN.