Las fotos parecen sacadas de una escena de ciencia ficción: perros robot patrullando la frontera entre Estados Unidos y México, escalando terrenos difíciles en busca de amenazas y contrabando.

Pero estas imágenes son reales.

El Departamento de Seguridad Nacional los presentó al público recientemente, ya que reveló detalles sobre cómo está probando la tecnología.

Los funcionarios elogiaron el potencial de los robots como un “multiplicador de fuerza” que podría aumentar la seguridad de los agentes de la Patrulla Fronteriza al reducir su exposición a peligros que amenazan la vida. Un artículo que promociona las pruebas en el sitio web de la Dirección de Ciencia y Tecnología del DHS señala que algún día los perros, oficialmente conocidos como Vehículos de Vigilancia Terrestre Automatizados, podrían convertirse en “el mejor amigo de un agente u oficial de la CBP [Oficina Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos]”.

“No te sorprendas”, dice, “si en el futuro ves al robot ‘Fido’ en el campo, caminando junto al personal de CBP”.

Pero los detalles sobre las pruebas parecieron sorprender a algunas personas, lo que provocó una oleada de reacciones en las redes sociales comparando las imágenes con escenas distópicas de programas de ciencia ficción como “Black Mirror”.

“Esto realmente se sintió como una bofetada en la cara”, dice Vicki Gaubeca, directora de la Coalición de Comunidades de la Frontera Sur, un grupo paraguas que critica la iniciativa como un desperdicio “alarmante e indignante” del dinero de los contribuyentes que sería mejor gastar en desarrollar sistemas para responsabilizar a los agentes de la Patrulla Fronteriza.

Gaubeca se describe a sí misma como una amante de la tecnología y los perros (tiene cinco). Pero ella dice que no ve nada lindo en las recientes descripciones del gobierno de los perros robot que prestan una “pata de ayuda”. Durante años, su organización ha advertido que la militarización a lo largo de la frontera pone en riesgo a las comunidades y los migrantes. Y esto, dice, es solo el último ejemplo preocupante.

“Hay otras tecnologías que ya están usando y que creemos que deberían reducir y, sin embargo, están agregando otro tipo de tecnología de vigilancia que es aterrador, para ser honesta”, dice Gaubeca. “Ciertamente parece que es algo construido para algo muy agresivo, como los teatros de guerra, en lugar de una comunidad”.

Ghost Robotics, la empresa con sede en Filadelfia que fabrica los robots que los equipos del DHS han estado probando, dice que no hay nada que temer.

“Estamos enfocados en hacer lo correcto. Queremos hacer lo correcto para la seguridad nacional y para el país”, dice el CEO de la compañía, Jiren Parikh.

Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional dice que el proyecto permanece en la fase de investigación y desarrollo, sin un cronograma para el despliegue de los perros.

Mientras tanto, hay muchos problemas serios que esta tecnología está sacando a la luz.

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