Luego de que un presunto grupo de paracaidistas fuera enviado para intervenir en las operaciones militares de Ucrania, ahora se informa de otro cuerpo de élite que se negó a luchar en el país y se presume que algunos enfrentan cargos que los pueden llevar a prisión.

El primer caso de este episodio se conoció el pasado mes de febrero cuando se reportó que policías antidisturbios “Plastun”, pertenecientes a la Dirección Principal del Servicio de la Guardia Federal de Rusia, rechazaron dirigirse a territorio ucraniano. Las consecuencias para el entonces comandante y 11 de los soldados fueron regresar a su país para despedirlos luego de una revisión interna.

Ahora, se da a conocer que otros 60 militares rusos reciben asesoría legal para no recibir cargos penales por rehusarse en colaborar en otro despliegue militar, pero los abogados sostienen que no hay delito que perseguir porque “no hay cuerpo del delito”.

“Los que se niegan a ir a Ucrania, en realidad, solo se enfrentan al despido por no cumplir con las condiciones de su contrato”, expresó a Euronews, uno de los representantes legales que asesora a los militares.

De acuerdo con información del medio “Pskovskaya Guberniya“, varios de los militares buscan demandar e impugnar el despido.

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