Los pleitos entre las corcholatas de López Obrador se están intensificando.

Veamos: al salir de una reunión en Palacio Nacional, Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, una persona le gritó neoliberal, es decir, el epíteto preferido de Andrés Manuel López Obrador para sus enemigos y fantasmas.

Ebrad, lo encaró y le dijo algo así como que ya había desquitado el sueldo que “alguien” le pagaba. Luego, esa misma persona, dijo estar con Claudia Sheinbaum, otra de las corcholatas de AMLO.

Luego, en un evento en el Senado, varios senadores hicieron una pequeña manifestación contra el mismo Marcelo, con lo cual, se le atribuye a Ricardo Monreal, líder de los Morenos en el Senado.

Lo cierto y real es que, con el destape que AMLO hizo con sus tres principales fichas, al puro estilo de anquilosado PRI, incrementó esa lucha intestina: Ebrard, Sheinbaum y Adán Augusto López, y, por un ladito, Monreal.

Se van a dar con todo, y eso, no creo que le beneficie al presidente, pero pues, allá él.

El caso es que, en la obviedad, es un hecho que AMLO está apostando entre Claudia o Adán.

Ella, es su consentida, pero, pues no prende la señora y tampoco el presidente le perdona del todo que haya perdido la mitad de la Ciudad de México en las elecciones pasadas, donde antaño, la izquierda de AMLO era invencible.

Seguro que eso no le gustó, y por lo mismo, sacó de la chistera a su paisano Adán y lo metió a jugar ese antiguo juego de los tapados. ¿Okei?

Ebrard no puede ser, hasta el momento, el designado por el de Macuspana, porque es verdad que es neoliberal. Trabajó, no lo olvidemos, con Manuel Camacho Solís, uno de los colaboradores del presidente más neoliberal que hemos tenido en México, Carlos Salinas de Gortari. Ahí está la escuela, indudable y Andrés lo sabe.

Si el mundo de la 4T fuera justo y sobre todo funcional, pues es obvio que Ebrard tendría que ser el elegido. A cada paso que da, va resolviendo los entuertos en los que se mete, de a gratis, su presidente patrón.

Pero en el mundo de AMLO las cosas no funcionan así, porque él quiere, un largo período de su modelo de gobierno durante muchísimos años, y eso no lo obtendría con Ebrard, que, de llegar, pues, seguro, cambiaría muchas de las disfuncionalidades que existen hoy en el gobierno actual. Podrán decir misa y los amlovers tirarse al piso, pero allá, dentro de su corazón o de la razón, saben que hay cosas que en el país no están funcionando como debieran. Enumerarlas aquí sería ocioso y no habría espacio suficiente para hacerlo, pero, de que hay cosas que no funcionan, las hay. Entonces Marcelo, pues cambiaría varias cosas, ¿qué no?

Luego entonces, al presidente AMLO le gustaría ser algo así como un nuevo Plutarco Elías Calles, quien, después de dejar de ser presidente, siguió manejando los hilos del país por años, hasta que llegó Lázaro Cárdenas y lo envió al exilio.

Luego entonces, Ebrard podría ser un émulo del michoacano, y eso, no es lo que quiere Andrés Manuel.

Por el otro lado, la Sheinbaum le garantiza una continuidad en las políticas públicas del tabasqueño (es un decir ante tantas ocurrencias), y Adán Augusto también.

Y, mientras en el PRI, PAN, PRD no aparecen figuras relevantes y competitivas en el 2024, quien sea el candidato de AMLO lleva ya puesta una cierta ventaja.

El caso de Luis Donaldo Colosio Riojas, hasta ahora la figura más visible dentro del espectro de los probables competidores contra Morena, creo que está apenas en pañales. Falta que el chamaco la quiera, que madure, que dé resultados como alcalde de Monterrey y que, los astros se alineen. Porque pues el nombre sí es importante dentro de la memoria colectiva de los y las mexicanas, pero no garantiza nada: ni un triunfo y menos, un buen gobierno.

En los meses siguientes, veremos como se ponen las cosas dentro y fuera de palacio nacional, pero por mientras, hay que ir a comprar palomitas porque los trancazos por arriba y debajo de la mesa, van a estar muy, pero muy chilos.

Para la siguiente, hablaré de los que veo se mueven aquí en Cajeme, para las mismas fechas del 2024. Me dicen, la venia por Morena dada por Durazo, es con un Bours, peeeeroooooo, Rodrigo ya dijo que, con él, no cuenten.

Gracias

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