Lo hemos dicho muchas veces aquí, desde los gobernadores estatales a los presidentes de la República, son las personas que suelen estar menos informadas de la realidad, porque, sus colaboradores, les inventan lo que ELL@S quieren escuchar.
No es novedad, ¿eh? A Echeverría le hicieron creer que podría ser, al terminar su mandato, luego de presentar la Carta de los Derechos y deberes económicos DE LAS NACIONES en la ONU, o bien, Presidente de la misma o cuando menos, un premio Nobel por la paz; y quemó sus naves.
Lo mismo ha pasado con todos los presidentes posteriores, con la rara excepción de Zedillo, que llegó a presidente sin quererlo, y solamente añoraba regresar a sus clases en prestigiosas universidades gringas.
Andrés Manuel López Obrador no es la excepción. Con el disfraz bien puesto de su humildad, pero que, al final de cuentas es solo eso, una careta de disimulo, que no le alcanza para ocultar su egocentrismo, y creer que, puede estar a la altura de Morelos, Juárez, Madero y Cárdenas. Y para que se lo crea, le inventaron una encuesta donde se dice, que es el segundo presidente más popular del mundo.
Más bien, AMLO, se parece más a Porfirio Díaz de quien se dice alguna vez preguntó a uno de sus colaboradores: ¿qué hora es?, y la respuesta recibida fue: “las que usted diga, señor presidente”
Luego del descomunal dislate de decir, en su mañanera (¿dónde mejor lugar para decir tonterías?), que los malandros también eran seres humanos y había que protegerlos, y cuando en medios y redes provocaron indignación masiva, el presidente citó a su gabinete y les pidió un reporte sobre, como veían su declaración, pues, para él, eso estaba bien dicho.
Cuando los reportes llegaron y hablaban por unanimidad que había sido inapropiado sus dichos, AMLO, indagó quienes habían redactado los mismos y ordenó que los corrieran. Él, esperaba otra respuesta, contraria a la lógica.
Van varias veces que el presidente viene a Sonora, para, supuestamente, hacerle justicia a las etnias locales, y en todas, absolutamente en todas, lo han engañado.
En septiembre del año anterior, realizó una visita a las comunidades Yaquis y alguien le comentó, que debería de incluir en la misma, al hijo del icónico Tata Lázaro, Cuauhtémoc Cárdenas, pues ya todo estaba planchado, tanto con la etnia, como con el hijo del general.
Falso: En su participación y uso de la voz, Cárdenas dijo: “Es indispensable, señor presidente, antes que nada, cancelar el Acueducto Independencia, que fue construido pasando por encima de disposiciones judiciales; que se construyó a pesar de varios mandamientos para que no se construyera, o se suspendiera su construcción”
Un día antes de su más actual visita a Sonora, en la presentación de Cárdenas de su más reciente libro, las voces en torno al tema del agua volvieron a sonar en la voz de César Cota Tórtola, que, pidió que AMLO metiera en cintura a Adolfo Regino, el del INPI, quien a base de extorsiones quiere que los Yaquis acepten el ilegal Acueducto Independencia.
Por su parte, Fernando Jiménez, miembro de la tropa del Pueblo de Vícam, indicó que luego de años de lucha por el agua, se mantienen donde mismo, tras la pasividad de las autoridades, pues, aunque hay resoluciones de los juzgados, el gobierno se mantiene también en desacato.
Varias voces Yaquis pidieron la destitución de esos funcionarios que proponen el despojo del agua del Yaqui. Y tienen razón.
Andrés Manuel, anunció la construcción de un Acueducto que vaya de la presa del Oviáchic, a los pueblos Yaquis. Y qué bien, dirán algunos cuantos, eso es Justicia, pero en realidad, algo que topa con la realidad. ¿Construir un acueducto de miles de millones de pesos, desde una presa que hoy, tiene apenas el 16% de su capacidad? Que insensatez.
Cómo no le informan al presidente, los que hacen los estudios hídricos, y le dicen que el popote puede, y será, algún día, un elefante blanco. El agua no se multiplica con estas construcciones.
Algo así como lo que está ocurriendo con el Acueducto Independencia, el cual, apenas la semana anterior, dejó de funcionar supuestamente por fallas eléctricas, pero en realidad es que cada vez hay menos agua que chupar desde la presa del Novillo y miles de hermosillenses no tuvieron agua. Y esto apenas empieza.
Luego entonces, los reportes que le han de pasar al Presidente que no quiere que le informen, habrán dicho que agua en el Yaqui hay un chingo, y que pues, habrá que construirlo como lo hizo Guillermo Padrés y esto, esto huele igual que entonces, el negocio de unos cuantos funcionarios de la cuatroté, aunque no resuelva el problema del agua, sino que lo agrave y lo deje, a la eventualidad de que llueva lo suficiente, cuando vemos que, cada año, llueve menos.
¿Opciones para Hermosillo? Muchas; desde intercambiar sus aguas grises por agua agrícola para consumo humano; comprarle agua a los agricultores de su valle para darle prioridad los habitantes de la capital; dejar de abrir más tierras al cultivo sobre todo por el lado de Pesqueira y así.
Opciones para los Yaquis: me hace falta espacio, para la siguiente les digo.
Gracias