Milton Martínez Estrada
El trasiego en la captura de camarón y aguamala en Sonora
Una fuerte sacudida generó la noticia de que el Cartel de Sinaloa se apoderó de la captura de la aguamala bola de cañón en Sonora.
Sí. Se los cuento fácil y sencillamente.
Resulta que desde un medio de comunicación estadunidense llamado Daily Beast, el periodista Luis Chaparro, escribió un reportaje con el que informó que el Cartel de Sinaloa le había «metido el músculo a un nuevo negocio de exportación».
El escrito desveló públicamente que la agrupación delictiva más grande y extensa del mundo, ahora se hace cargo de la captura de la aguamala bola de cañón en el Mar de Cortés, desde Guaymas hasta el Golfo de Santa Clara.
Para este reporte, Luis Chaparro, recogió los testimonios de un pescador guaymense, de quien se protege su identidad por las inminentes represalias ante la difusión de esta denuncia.
Ustedes y este quien les escribe nos preguntamos, pues cuánto significa en pesos y centavos la pesca de aguamala en Sonora que es llevada hasta el continente de Asia, principalmente Singapur y Vietnam.
El reporte periodístico indica que esta industria deja ganancias por el orden de los 200 millones de pesos y según los rastreos que logré, este año se proyectaba una de derrama de 160 millones de pesos, que representan una pesca entre 50 mil y 60 mil toneladas.
Sin embargo, este día que les escribo y hoy que me leen, el mar profundo se encuentra vacío porque los pescadores ya fueron amenazados de que la captura de este año se vende en «exclusiva» al Cartel de Sinaloa.
El texto publicado resalta que hace unas semanas varias camionetas fueron incendiadas por parte de delincuentes, quienes advirtieron a los propietarios de las unidades que el transporte de la medusa también es negocio de la organización criminal fundada por Joaquín Archivaldo «Chapo» Guzmán Loera.
Estimados lectores, ustedes se autocuestionarán -al igual que yo- en manos de quién quedará el dinero de este nuevo negocio que tiene el crimen organizado.
Bueno, se los cuento. Los réditos de esta labor van directamente a financiar la “guerra civil” al interior del Cartel de Sinaloa entre la facción representada por los hijos del «Chapo» Guzmán, conocida como Los Chapitos o Los Menores y los seguidores de Ismael «Mayo» Zambada García.
Así como lo leen, un integrante del cartel se lo afirmó al medio estadunidense, según se establece en el propio reportaje: «“La guerra es muy cara, y cuando estás en guerra contra otros cárteles, necesitas mucho dinero y las drogas no alcanzan para financiar todas las armas, autos y hombres que necesitamos para luchar».
Ahora ya están enterados, solo me gustaría hacerles -como siempre- un agregado personal con comentarios al margen sobre mis recorridos por territorio sonorense.
Por allá en 2017, en un recorrido que hacía este reportero junto a periodistas de Discovery Channel nos percatamos que el Cartel de Sinaloa también tiene el control total de la captura de camarón.
Sí. Justo allí en la comunidad de Desemboque, durante la temporada de captura de camarón, un narcorretén se erige sobre la única entrada y salida del poblado.
Aquella ocasión, nosotros andábamos buscando información sobre la captura clandestina de totoaba solo para extraerle la vejiga natatoria porque allá en Asia se tenía la excéntrica idea que el llamado «buche» era afrodisiaco.
Justo cuando llegamos a la entrevista con un pescador furtivo de totoaba nos tocó en turno pasar por un retén criminal que nos revisaron los carros en los que circulábamos para asegurarse que no lleváramos camarón en nuestras hieleras.
Y eso no era todo. También realizaban por aquella época cateos a las viviendas de los pescadores, de quienes sospechaban que ocultaban camarón en sus hieleras.
«Los viejos llegan sin avisar a esculcarnos los refrigeradores», me confió una señora indignada por la irrupción sistemática de los criminales a su vivienda.
Esto es Sonora. Nos leemos el próximo lunes.