MAUI. Al menos 36 personas han muerto en los incendios forestales que se han presentado en la Isla Maui, en el archipiélago Hawái, según fuentes oficiales del condado.
“A medida que continúa la extinción de incendios de Lahaina, se han descubierto 36 muertes en total”, sostuvieron.
Las fuentes no aclararon si esas 36 personas se suman a los seis fallecidos de los que informaron el pasado 9 de agosto las autoridades, como consecuencia de los incendios que han provocado el desplazamiento de miles de personas.
En Lahaina, casi 300 estructuras fueron impactadas por las llamas y las autoridades locales documentaron daños generalizados en la ciudad, el puerto y las áreas circundantes. Un equipo federal está ayudando con la búsqueda y el rescate de personas en la zona.
Según medios locales, los incendios se avivan por los fuertes vientos del huracán Dora, lo que hizo que las llamas avanzaran muy rápidamente y obligó a evacuaciones generalizadas y a cerrar carreteras y escuelas.
Unas 2,100 personas se encuentran en refugios a lo largo de la isla mientras sigue la batalla contra las llamas.
El fuego más importante comenzó a extenderse el pasado martes 8 de agosto en el pueblo de Lahaina, uno de los más populares entre los turistas, y obligó a muchos habitantes a resguardarse en el océano para escapar de las llamas y del humo. Posteriormente, la Guardia Costera rescató a estas personas.
Los incendios también afectan a Kula, otra zona de Maui, así como a la península de Kohala en la isla de Hawái.
El martes, la vicegobernadora Sylvia Luke activó a la Guardia Nacional de Hawái para la asistencia en tareas de evacuación y respuesta a la catástrofe y declaró un periodo de ayuda que estará vigente hasta el 15 de agosto.
Poco después de conocerse la noticia, el presidente estadounidense, Joe Biden, mandó sus condolencias a las familias de los fallecidos a través de un comunicado y pidió a los residentes del archipiélago que sigan las órdenes de evacuación y hagan caso a los responsables.
La situación en Hawái recuerda escenas de devastación en otras partes del mundo este verano, cuando los incendios provocados por un calor sin precedentes obligaron a evacuar a decenas de miles de personas en Grecia, España, Portugal y otras partes de Europa.
Los científicos dicen que el cambio climático provocado por el hombre, impulsado por el uso de combustibles fósiles, está aumentando la frecuencia e intensidad de estos fenómenos meteorológicos extremos, y llevan mucho tiempo advirtiendo de que los Gobiernos deben reducir drásticamente las emisiones para evitar una catástrofe climática.