Martín Alberto Mendoza

EL ROSTRO DE ANGUSTIA Y PERPLEJIDAD TRAS VIVIR UNA AGRESIÓN ARMADA; IMPACTA VER LA DESENCAJADA MIRADA DE NIÑOS Y ADULTOS TRATANDO DE SOBRELLEVAR UN MAL MOMENTO; OCURRIÓ EN HUMILDE VIVIENDA DE COLONIA LA HUERTA EN CÓCORIT; GATILLEROS INTENTAN DAR MUERTE A SUJETO Y DISPARAN SIN TON NI SON; BALAS PEGAN EN PARED DE DOMICILIO; POR FORTUNA NO TOCARON A NADIE; FALLA VIGILANCIA Y RECORRIDOS DE MILITES EN GUAYABERA POBLACIÓN; EN ESPERANZA PREDOMINA QUIETUD Y SERENIDAD DESDE QUE ARRIBÓ RODRIGO VALENZUELA; MANTIENE INTENSOS RECORRIDOS TANTO EN CENTRO COMO EN COLONIAS DE LA CERCANA VILLA; IGUALMENTE LUCE TRANQUILA LA LEANDRO VALLE DONDE SE HAN REGISTRADO GRAN CANTIDAD DE HOMICIDIOS; CUANDO ESTUVO EL HOY INSPECTOR DE POLICÍA EN ESA COMISARÍA SE DETUVO A PRESUNTO SICARIO CON POTENTES ARMAS; HABÍA PROTAGONIZADO AL MENOS DOS BALACERAS EN LA NUEVA ESPERANZA; SE SORPRENDE EXFISCAL CASTILLO ORTEGA POR HISTORIA DEL NIÑO EDWIN TINOCO HALLADO SIN VIDA CERCA DE VÍCAM; ESTADO DEBERÍA DE RECONOCER A EX SERVIDORES PÚBLICOS QUE CUMPLIERON A SOCIEDAD; COMO LO HICIERON EXFISCAL, DOCTOR NOÉ MUÑOZ Y EL QUÍMICO PIÑA MONTOYA; ACRIBILLAN A HOMBRE EN LA PRIMERO DE MAYO; OCURRIÓ A PLENO MEDIODÍA CERCA DE JEFATURA DE POLICÍA Y TRÁNSITO   

OBSERVÉ muy de cerca el rostro perplejo. Desencajado y aturdido de niños, mujeres y hombres en humilde vivienda que fue blanco de al menos dos proyectiles de fusil AR-15. Por fortuna, se hallaban ilesos. No fueron tocados por los mortíferos plomos que en realidad fueron disparados a escurridizo sujeto, a quien dos sujetos pretendían dar muerte la tarde de ayer, en colonia La Huerta, en la Comisaría de Cócorit. Las balas se pegaron en una pared del domicilio. Sin embargo, hay que reiterar que lo más importante es que no hubo víctimas. Tal parece que toda la familia de manera ineludiblemente se tendió en el suelo hasta que los gatilleros dejaron de accionar el potente fusil y se retiraron al no lograr su avieso y mortal propósito. Abordaron un carro no identificado para emprender la huida por las polvosas calles del barrio “El Conti”, con la consabida idea de que en cualquier instante aparecerían policías y soldados, como así sucedió; se colmó el lugar de uniformados, entre estos, personal de la Guardia Nacional, quienes se desplegaron en las cercanías del violento escenario. En la parte final del episodio, oficiales de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC), se hicieron cargo de las averiguaciones para iniciar la causa penal correspondiente. El miedo fue aterrador. Hay quienes mejor prefieren callar que exteriorizar lo vivido. Es de imaginarse, al ver la muerte de cerca. Hasta el más valiente se turbaría. Ahora imagínense la angustia de unos chiquillos; debe ser desquiciante. Lo grave del asunto es que lamentablemente es parte de cotidianeidad en cualquier punto del municipio, sin que en ello reparen los operadores de instituciones policíacas que, por lo regular siempre tratan de atenuar la realidad de los hechos. Tristemente, este es uno de los ingredientes del diario vivir en Cajeme. A unos metros de distancia advertí la presencia del comandante de Policía de esa comunidad, Eliud Sarabia Serda, que ha aprendido a sobrellevar la situación por momentos con una paz que pareciera increíble de creer y en otros instantes suceden verdaderos vendavales. Aunque hay que reconocer que ya hacía algunas semanas que prevalecía aparente tranquilidad con la implícita presencia de militares, a quienes cuando no se les ve en algún punto de revisión sobre la calzada Antonio Valdés Herrera están en patrullajes de reconocimientos y aun así los gatilleros no cejan en su empeño de atacar y acabar vidas sin que hasta el momento los milites se lo impidan. Vaya usted a saber por qué no hacen. Y, surgen preguntas sin respuestas de los lugareños que, por instantes no hallan a qué santo encomendarse. Es necesario que a las tropas castrenses se le exija más efectividad en su tarea, en vez de molestar a reporteros que acuden a cubrir estos eventos, cuando se ha dicho hasta el hartazgo que no son los enemigos a vencer, pero siempre están preguntando sus identidades, cuando lo suyo es brindar seguridad a la sociedad y combatir a la delincuencia, pero con más contundencia. Al menos esa debe ser la instrucción del comandante de la 4ta Zona Militar, general Cristóbal Lozano Mosqueda, quien debe saber que Cajeme tiene que ser una prioridad para los tres niveles de gobierno… QUIEN DE PLANO trae las pilas bien puestas es el comandante Rodrigo Valenzuela Ortega, quien desde que llegó a Esperanza ha mantenido en paz a la población, al grado que lleva semanas invicto, en comparación a cuando estuvo su homólogo Guillermo Ceceña Echeverría, porque el ahora inspector Eleazar Armenta Tabardillo, también impuso su autoridad y disminuyeron considerablemente los episodios violentos, tanto en el centro de esa villa como en colonias, particularmente, en la Leandro Valle, cuyos habitantes han vivido con suma serenidad en las últimas semanas y se espera que así continúen, porque al final es una de las premisas, no sólo de la Policía Preventiva sino estatal y de la misma soldadesca como llaman a miembros del máximo instituto armado del país. Hay que decir que no ha sido una labor sencilla, pero cuando se trabaja con vocación y mística de servicio los logros no se hacen esperar. Cuando estuvo el comandante Tabardillo, se detuvo al temible presunto sicario. Estaba en poder de armas de alto poder, entre éstas, un rifle AK 47 de los comúnmente llamados “cuerno de chivo” que usó en dos ocasiones para protagonizar pavorosas balaceras, pero personal castrense y de la secretaria de Marina se encargaron de él y tras capturarlo en la Nueva Esperanza lo pusieron a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR), específicamente quedó en manos de un Ministerio Público Federal que se encargó de instruir el proceso penal que se ganó a pulso, tras haber mantenido en jaque a familias de los alrededores de su casa. A partir de entonces ha imperado la quietud en ese centro poblacional… NOS LLAMA el buen amigo ex fiscal de investigaciones, Carlos Castillo Ortega, para comentarnos que le cayó de sorpresa el relato que manejamos aquí el pasado fin de semana, en torno al pequeño Edwin Tinoco, cuyo cadáver fue dejado por sus criminales padres en un basurero localizado a la altura del kilómetro 40 de la carretera internacional, al sur del poblado de Vícam, en otoño de 1997. Confirmó que él junto con el doctor Noé Muñoz Rivera y el Químico Biólogo, Antonio Piña Montoya, recibieron un reconocimiento del FBI en Los Ángeles, California, por el trabajo de criminalística e investigación que se realizó en el caso, esto, a pesar de que las carencias abundaban, pero aun así, la entrega total y las aptitudes se impusieron a las precariedades y cumplieron con su deber permitiendo a los policías estadunidenses llevar hasta una Corte de los Estados Unidos de Norteamérica a los padres del chiquillo, y aunque escaparon de la pena capital seguramente que todavía siguen presos al ser sentenciados a cadena perpetua tras dar muerte al niño en Los Ángeles, y en su viaje al Estado de Michoacán decidieron dejar el cadáver de Edwin en el precitado basurero después de que el sujeto que decía ser su padre lo estranguló con un cable de plancha. Lo abandonaron en ese inhóspito sitio, al comenzar a despedir fétidos olores, tras empezar a descomponerse. Su intervención en este sonado asunto, le valió a otro buen amigo como lo es el Químico Piña, ganarse el nombramiento de director de Servicios Periciales en Sonora, cargo que ocupó por muchos años. Bien vale la pena que el estado, apartado de triviales posturas reconociera la trayectoria de estos ex servidores públicos que por décadas cumplieron su compromiso con la sociedad sonorense sin afanes protagónicos, sino por sólidos ideales. Algún día haré el acopio de todas estas historias en una obra escrita que trataré de dejar como parte de una cronología de los capítulos más interesantes que me ha tocado compartirles desde los inicios de los ochenta a través de notas periodísticas. No será sencillo, pero lo importante es que hay personas decididas a respaldarme y trataré de hacerlo realidad. En su momento, se verá… AYER COMENTABA como sicarios siguen empecinados en destruir vidas. Lo hacen a cualquier hora del día con pasmosa facilidad, como aconteció a pleno mediodía de ayer, en la colonia Primero de Mayo. Al terminar con la existencia de un individuo a quien apodaban “El Güero”, en hechos registrados por la Artículo 123 casi esquina con Ciudad Victoria. Hasta la cuenta perdimos de todos los homicidios que se han perpetrado en el llamado mes patrio que mañana sábado concluye. En fin…Luego seguimos, Dios mediante.

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