Fabiola Navarro / MO

Hace 44 años egresó de la facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de México (UNAM), un joven que decidió regresara Ciudad Obregón, con su humilde familia conformada entonces por su madre, padre y 10 hermanos.

Años después sería reconocido como “el médico del pueblo”, por su altruismo con las personas en condición de pobreza, puesto que no olvidaba que, para poder pagar sus estudios, de niño repartió periódico, lustró zapatos y vendió dulces.

Tampoco olvida al ingeniero Antonio Astiazarán Izabal, con quien trabajaba y al ver sus ganas por superarse, le brindó su apoyo para que cursara su carrera de medicina en la Ciudad de México.

Durán, regresaría ese apoyo atendiendo con jornadas comunitarias a grupos en condición de pobreza extrema y a indígenas. Su altruismo y contribución con la sociedad le valió el mérito de “Ciudadano Cajemense Distinguido 2021”, reconociéndole que durante la pandemia atendió personalmente a pacientes infectados y logró salvar cientos de vidas.

“Nuca pensé en tener con ella (carrera) una ganancia enorme de dinero, no era esa mi meta, sino subsistir adecuadamente y es un consejo que le daría a todos los médicos que van entrenado a la carrera, es que no piensen que se van a hacer inmensamente ricos con la carrera, si así lo hacen van a despertar sospechas de su proceder profesional”, indicó.

A sus 70 años, aún consulta y es de gran apoyo para él, su esposa Magda, hijos, hijas y nietos.

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