Luego de que las prendas de vestir halladas el viernes anterior en una fosa en Vicam, fueron reconocidas por los familiares de joven motociclista desaparecido los restos óseos están en análisis genéticos.
Se conoció que tanto la esposa como los padres de Fernando Antonio L. Z., señalaron las ropas halladas son las traía al momento de su desaparición.
Pero al surgir dudas respecto a los restos óseos hallados, autoridades de la Fiscalía General de Justicia determinaron que se les practiquen exámenes ADN.
Con ese propósito, se enviaron las pocas partes humanas que se hallaron al Laboratorio Inteligente Científico Forense para hacer las pruebas comparativas.
El hallazgo lo hizo el colectivo Guerreras Buscadoras de Cajeme con apoyo de otros grupos homólogos de Guaymas y Empalme.
La búsqueda fue dirigida por personal de la fiscalía estatal que en días pasados detuvo a presunto implicado en la desaparición del joven.
El tipo se encuentra vinculado a proceso penal en el reclusorio de Guaymas, debido a que Vicam donde ocurrieron los hechos pertenece a ese municipio.
En base a sus declaraciones, elementos de la FGJE se trasladaron al lugar donde podrían estar los restos de Fernando Antonio.
Fue de esta forma, como Guerreras Buscadoras de Cajeme hicieron el hallazgo alrededor de las once de la mañana del viernes.
Cómo es del dominio público, Fernando Antonio, su esposa y otra pareja salieron de Esperanza rumbo a San Carlos, Nuevo Guaymas.
Abordaban sendas motocicletas y cuando circulaban a la altura del kilómetro 33 de la carretera internacional, una de las unidades se ponchó.
Fernando Antonio decidió acudir a Vicam a pedir ayuda a una llantera y al encontrar todo cerrado, cerca de las 23:00 horas, decidió regresarse.
Pero cuando estaba por hacerlo fue perseguido por tres motociclistas que le impidieron que retornara.
El mismo Fernando se comunicó con su esposa para informarle lo que estaba sucediendo y al sufrir una crisis nerviosa pasó el teléfono a su amigo que lo acompañaba a San Carlos.
Le dijo que no se dejara atrapar que imprimiera mayor velocidad a la motocicleta, pero Fernando respondió que ya no podía hacer nada, debido a que los desconocidos lo habían alcanzado.
En ese momento se perdió la comunicación y fue hasta otro día en que sus padres avisaron a las autoridades y comenzó la búsqueda.
Fue rastreado por fuerte contingente de policías ministeriales, estatales, militares y elementos de la Guardia Nacional. Cómo parte de las investigaciones detuvieron a uno de los presuntos involucrados en la desaparición del esperanceño por lo que las pesquisas continúan para dar con los otros dos presuntos implicados y el cabecilla de ese grupo criminal.