Debido a complicaciones de salud falleció el teniente de Tránsito Municipal ya jubilado, Jesús Navarro Morales, quien sirvió a la comunidad cajemense por espacio de 32 años.
Su deceso sobrevino a eso de las 23:40 horas del domingo, en el Hospital “Adolfo López Mateos”, el Isssteson.
Ahí, rodeado del amor y cariño de su esposa, Guadalupe Salas Ríos, hijos y bisnietos, “Navarrito” inició su caminar hacia la eternidad, dejando un legado de trabajo, tesón y responsabilidad.
Vio la luz primera el 10 de septiembre de 1944, en el viejo Buenavista, aunque su crianza la vivió en la antigua y rielera población de Estación Corral.
En sus años de juventud, primeramente, formó parte de las filas del Ejército Mexicano, en el Cuartel de Esperanza.
Y, fue en 1969 cuando ingresó a la Jefatura de Policía Preventiva y Tránsito Municipal, donde laboró hasta marzo del 2001.
Había cumplido treinta y dos años de servicio ininterrumpidos en vialidad urbana alcanzando el grado de oficial primero.
Esto, luego de que participó en incontables detenciones de presuntos homicidas, asaltantes, robacarros, ladrones, y muchísimos individuos más por diferentes delitos, siempre mostrando sus aptitudes como un servidor público comprometido con la sociedad.
De la unión conyugal con la señora Lupita Salas, nacieron sus hijos Jesús Alberto, Guadalupe, Luz del Carmen, Delfina, José Daniel y Adriana. También procreó a Jesús Alberto Navarro Velarde.
Además, le sobreviven doce nietos y dos biznietos, así como otros familiares y amigos que hoy lloran su ausencia eterna.
La capilla ardiente quedaría instalada a partir de las once de la mañana de este lunes en el que fuera su último domicilio, en calle principal de Estación Corral.
El martes tentativamente a eso de las 13:00 horas, se le oficiará misa de cuerpo presente y finalmente será llevado a su última mirada al cementerio de Estación Corral.
Descanse en paz el teniente Navarro Morales.