Becker García
Colosio reloaded en tiempos electorales
Este lunes 29 de enero, Luis Donaldo Colosio Riojas pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador el indulto para el asesino de su padre.
Colosio Riojas apeló a la compasión del presidente López Obrador y pidió dar carpetazo final al caso de magnicidio, para que su familia y México puedan sanar.
“Apelando a la compasión del Presidente, yo diría que mejor indulte a Mario Aburto, que lo indulte, que ponga un carpetazo final a este asunto, que permita que tanto mi familia como México sanemos, que iniciemos una camino hacia la reconciliación a través del perdón, pero sobre todo, a través del respeto a dejar esto en manos de otra justicia porque la justicia mexicana quedó a deber en su momento y hoy lo que queremos es vuelta a la página”
La muerte de Luis Donaldo Colosio ocurrió el 23 de marzo de 1994 durante un mitin político en Lomas Taurinas, en la ciudad de Tijuana, México. Colosio era candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia de México en ese momento.
Durante el mitin, un hombre, identificado como Mario Aburto Martínez, se acercó a Colosio y le disparó a quemarropa. Colosio resultó gravemente herido y fue trasladado a un hospital cercano, donde fue declarado muerto horas más tarde.
El asesinato de Colosio conmocionó a México y al mundo entero. Se inició una investigación para determinar los motivos detrás del asesinato y posibles conspiraciones. Aburto fue detenido y más tarde condenado por el asesinato de Colosio.
Sin embargo, este evento generó teorías de conspiración y controversia debido a las inconsistencias y dudas en el caso. Algunos creen que hubo un complot más amplio detrás de su asesinato, pero los detalles se mantienen sin resolver.
La muerte de Colosio tuvo un impacto significativo en la política mexicana y marcó un cambio en la manera en que se llevan a cabo las campañas electorales en el país. Colosio fue recordado como un líder carismático que promovía un enfoque de justicia social y cambio político en México.
El 10 de octubre del 2023, en estas mismas páginas, publiqué lo siguiente:
“El siguiente marzo, 2024, estarán iniciando las elecciones que renovarán desde la presidencia de la república, los 500 diputados federales, los 126 senadores, 9 gubernaturas y más de 19 mil puestos.
Luego entonces, para la 4T obradorista, revivir en lo mediático el crimen, recordar la sospecha de que al candidato priísta lo asesinó la Nomenklatura (es decir miembros de ese partido), traer a colación el nombre del presidente en ese entonces, Carlos Salinas de Gortari de quien se sospecha que, cuando menos por omisión, es culpable y todo lo anterior, habrá de recordar lo malo que fueron los prianistas cuando gobernaban, y eso, son puntos para Morena.”
La respuesta del presidente López Obrador fue “Aprovecho para contestarle al hijo de Luis Donaldo Colosio que me pide que yo indulte, quiero contestar que no puedo hacerlo, sé que él ya no quiere ni sus familiares saber nada de esto que fue terrible, pero se trata de un asunto de Estado y que yo quiero que en lo que a mí corresponde no se deje de investigar, yo no voy a dar un carpetazo a un asunto así”
Y es que, pues resulta que de nuevo y para hacerlo más llamativo, la Fiscalía General de la República, revive a un segundo tirador, y, va más allá, diciendo que Genaro García Luna lo protegió, a pesar de haber dado positivo en la prueba de rodizonato, es decir, de haber disparado una pistola.
La Fiscalía ha confirmado este lunes que ha acusado ante un juez a Jorge Antonio Sánchez Ortega, un exintegrante del Cisen, el órgano de inteligencia del Gobierno, que estaba asignado al equipo de seguridad del candidato presidencial del PRI.
Es decir, y en pocas palabras mayores, se revive el caso del asesinato de Colosio a casi 30 años de haber ocurrido, con lo cual, aparece en el colectivo el nombre de Carlos Salinas de Gortari, el innombrable, que tanto votos le otorgó y le seguirá otorgando a MORENA, con la misma narrativa de hace 30 años.
Qué país el nuestro…
Gracias por leerme.