Becker García
San Valentín
Uno como columnista, no solamente o necesariamente tiene que hablar de política o problemas de la sociedad. Darnos un respiro, suele ser sano, así, pido permiso a mis lectores y lectoras para hablar de un tema, el día de San Valentín.
Animado y empujado por una hermana mayor, Maru, tenía yo como 12 años cuando me ayudó a comprar unos chocolates, de esos de cerezas, para regalarlos a la niña que me gustaba.
Es más, me acompañó en mi motito, a buscarla para entregarserlos. La encontramos en la banqueta de una prima que vivía junto a su casa, y ella, al verme y descubrir que mi hermana traía el romántico paquete, dio media vuelta e inició una carrera hasta la puerta de su casa donde desapareció.
A esa edad uno es ingenuo, y, no por desquite o algo así, sino porque ya estaban comprados, le arrebate de las manos a mi hermana los chocolates y, se los dí a su prima que impávida había observado todo el drama.
Los aceptó, supongo se los comió, y yo, jamás volví a buscar a la prima. En fin,
Luego en amores de adolescencia, regalé y me regalaron varios San Valentín, 14 de febrero, hasta que un día, leí un libro que me hizo reflexionar: Es una fiesta impulsada y promovida por el comercio, restaurantes y demás, para obtener mayores ventas luego de Navidad y Reyes: y remataba, el afecto y amor no deben tener día específico.
Durante muchos años, lo practiqué.
Pero bueno, haré aquí una historia de la fecha,
El 14 de febrero, conocido como el Día de San Valentín, es una fecha muy especial en la que se celebra el amor y la amistad en muchas partes del mundo. Es un día en el que las parejas expresan su cariño y aprecio mutuo mediante gestos románticos y obsequios.
Sin embargo, también es una oportunidad para demostrar afecto a los seres queridos, amigos y familiares.
El origen de esta festividad se remonta al siglo III, en la antigua Roma, donde un sacerdote llamado Valentín se opuso al mandato del emperador Claudio II que prohibía los matrimonios entre jóvenes, ya que creía que los solteros sin ataduras eran mejores soldados. Valentín, en desobediencia a este mandato, siguió casando a las parejas enamoradas en secreto. Cuando fue descubierto, fue arrestado y condenado a muerte el 14 de febrero. Desde entonces, el 14 de febrero se ha convertido en un día para honrar el amor y la amistad en muchas culturas.
En la actualidad, es común intercambiar tarjetas, flores, chocolates y otros obsequios entre parejas y seres queridos. Sin embargo, la celebración ha evolucionado y ahora abarca también a amigos y familiares, no solo a las parejas románticas.
Aunque el Día de San Valentín puede ser considerado por algunos como una festividad comercializada y materialista, también puede ser una oportunidad para enfocarse en el amor, la gratitud y la apreciación hacia los demás.
No es necesario gastar grandes sumas de dinero en regalos costosos para expresar nuestros sentimientos, sino más bien mostrar gestos sinceros y significativos hacia las personas que nos importan.
En lugar de centrarse en el aspecto comercial de esta fecha, podemos utilizarla como una oportunidad para reflexionar sobre el amor en todas sus formas: el amor romántico, el amor filial, el amor hacia los amigos y hacia uno mismo.
Podemos aprovechar este día para recordar a las personas que amamos cuánto significan para nosotros y expresar nuestro agradecimiento por tenerlas en nuestras vidas.
En conclusión, el 14 de febrero es un día en el que se celebra el amor y la amistad alrededor del mundo. Aunque la forma de celebrar esta festividad puede variar según la cultura y las tradiciones personales, el mensaje detrás de ella permanece: el amor y la gratitud hacia los demás. Es un recordatorio para valorar y apreciar a las personas que nos rodean y expresar nuestro cariño de manera sincera y auténtica. Así, podemos hacer de cada día un día de San Valentín, donde el afecto sea el protagonista.
Usted decida cómo celebrarlo.
Gracias por leerme.