Este sábado 23 de marzo se cumplen 30 años del asesinato del ex candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, y a pesar de que las investigaciones sobre el magnicidio no son un expediente cerrado, la teoría del caso más sólida sigue siendo la del asesino solitario por la que fue condenado Mario Aburto Martínez como autor material del crimen.
Sin embargo, desde octubre del año pasado y lo que va del 2024, el proceso penal del caso Colosio dio dos giros inesperados: la defensa de Aburto logró ganar un amparo para revocar la sentencia de 45 años de prisión que se le había impuesto en diciembre de 1994 y la Fiscalía General de la República (FGR) intentó revivir la teoría de un segundo tirador.
Incluso, se llegó a especular que Mario Aburto podría salir libre el próximo sábado, derivado de que el amparo ganado por sus defensores logró revocar la sentencia de 45 años de prisión que se le impuso el 22 de diciembre de 1994, bajo el argumento de que debió ser sentenciado conforme al fuero común y no bajo el fuero federal.
La sentencia dictada por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Estado de México en octubre del 2023 invalidó la condena de 45 años de prisión, por considerar que fue incorrecto juzgar y condenar a Mario Aburto con el Código Penal Federal vigente en 1994, el cual contempla una pena de 45 años para el delito de homicidio calificado.
Por el contrario, los magistrados del citado tribunal determinaron que tras la confesión de Aburto y su declaratoria de responsabilidad penal por el asesinato de Colosio, debió ser condenado a 30 años de cárcel, pena máxima prevista en el Código Penal de Baja California en 1994. Es decir, que debió ser sancionado conforme al fuero común, ya que Colosio no era servidor público y por lo tanto, no se le podía aplicar el fuero federal.
Sin embargo, antes de que este fallo surtiera efecto y quedara firme, la Fiscalía General de la República (FGR) impugnó la sentencia mediante un recurso de revisión que fue turnado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La ministra Margarita Ríos Farjat presentó ante la Primera Sala de la Suprema Corte un proyecto de resolución para desechar el recurso de revisión presentado por la FGR por considerar que la dependencia no invocó un problema de inconstitucionalidad para tratar de revertir la sentencia.
A pesar de que este asunto se agendó para su discusión el pasado 13 de marzo, el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá solicitó más tiempo para analizar el expediente, sin que se haya fijado fecha para votar la propuesta de la ministra Farjat.
Por lo anterior, quedó descartado que Mario Aburto Martínez pueda obtener su libertad este sábado-
Aburto deberá aguardar a que los cinco ministros que integran la Primera Sala del Máximo Tribunal definan en votación si fue correcto el amparo que le fue concedido a su defensa para reducir la pena a 30 años de cárcel o si se sostiene la condena inicial de 45 años de prisión.
El segundo tirador que no llegó a la cárcel
El segundo giró del caso Colosio se registró el pasado 29 de enero, cuando la Fiscalía General de la República (FGR) anunció que había solicitado una orden aprehensión contra un exagente del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Jorge Antonio Sánchez Ortega, al que señaló como el segundo tirador en contra del ex candidato presidencial del PRI.
Sin embargo, un juez federal se negó a autorizar la orden de captura y la FGR informó que iba a presentar un recurso de apelación para poder detener al el ex agente del CISEN, al que también vinculó con Genaro García Luna, el ex secretario de Seguridad Pública Federal en el sexenio del expresidente Felipe Calderón, actualmente preso en Estados Unidos por cargos de tráfico de drogas, lavado de dinero y conspiración para el tráfico de drogas.
En su comunicado, la FGR argumentó que el 23 de marzo de 1994, el ex agente del CISEN, estaba asignado para cubrir las actividades del entonces candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, por lo que estuvo presente el día del asesinato de Colosio en la colonia Lomas Taurinas de Tijuana, Baja California.
Además, la FGR recordó que Jorge Antonio Sánchez Ortega fue detenido en Lomas Taurinas minutos después del magnicidio debido a que su chamarra tenía manchas hemáticas, misma que tras un análisis forense resultó ser sangre de Colosio.
Un segundo argumento es que tras realizarle una prueba de rodizonato al ex agente del CISEN, el resultado dio positivo, lo que indica que el día de los hechos disparó un arma de fuego.
La Fiscalía agregó que otro elemento para solicitar la aprehensión de Sánchez Ortega y procesarlo como el segundo tirador es que en sus declaraciones ministeriales dijo que la mancha de sangre de Colosio es porque había ayudado a cargarlo, versión que para el Ministerio Público Federal resultó ser falsa, según testimonios revisados por la Fiscalía.
Incluso, la FGR dijo que el ex agente del CISEN intentó escapar del lugar de los hechos, por lo que intentó que este fuera detenido, bajo la acusación de que fue el segundo tirador en contra de Luis Donaldo Colosio.
Sin embargo, el Ministerio Público Federal reconoció que no existe un video en el que se observe a Jorge Antonio Sánchez al momento de disparar y admitió que solo hay videograbaciones del primer disparo.
No existe ningún video dirigido hacia el área donde estaba dicho segundo tirador.
Por lo anterior, pese a los dos giros sorpresivos del caso Colosio a 30 años del asesinato ocurrido a las 18:55 horas del 23 de marzo de 1994, la responsabilidad legal del magnicidio sigue pesando sobre Mario Aburto Martínez en su calidad de asesino confeso, mientras que su posible liberación todavía no es una realidad.