En todo el mundo, el ascenso del nivel del mar y el aumento de la urbanización son una fórmula para el desastre, en tanto que cada vez más personas tratan de vivir en tierras que, en algún momento, serán engullidas por las aguas.
Una solución que parece futurista -la construcción de ciudades completas que pueden flotar sobre el agua- está a punto de hacerse realidad para enfrentar esa problemática, una de las consecuencias del cambio climático.
El proyecto en concreto, frente a Busan, en Corea del Sur, combina alta y baja tecnología para crear una de esas ciudades flotantes a gran escala, con capacidad para más de 10.000 personas.
En sentido estricto, ya existen comunidades que viven de esa forma en los Países Bajos, Tailandia y otros lugares del sudeste asiático. Pero suelen ser grupos de casas flotantes amarradas unas a otras. Lo que diferencia a los nuevos conceptos es una cuestión de escala.
En lugar de estar formadas por una aglomeración de embarcaciones más pequeñas, cada una de estas ciudades está diseñada para construirse sobre enormes plataformas de hormigón suspendidas sobre el agua.
¿Cómo flota una estructura tan grande? “La física es muy sencilla”, explica Koen Olthuis, fundador del estudio de arquitectura holandés Waterstudio, que diseñó en las Maldivas una urbanización que se mantiene a flote y que ha concitado mucha atención.
“Un bloque de hormigón se hunde”, añadió Olthuis durante una entrevista telefónica desde Holanda. “Pero si le damos forma de caja, flota. Es el principio de Arquímedes. La cantidad de volumen que se desplaza es igual al peso del agua desplazada”, comenta el experto. Y agrega: “Piensen en la estructura de los portaaviones”.