Dayan Lagarda

EL TIEMPO

Uno de los minerales más importantes en la dieta del ganado es el fosforo, desafortunadamente los agostaderos y suelos de Sonora carecen de este, provocando que las plantas que ahí crecen sean igualmente deficientes.

De acuerdo con Patronato del Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora (Patrocipes), el fósforo es vital para la utilización de la energía de la dieta, para los microbios de la panza que permiten al animal digerir la fibra del forraje, y también para la transmisión de la herencia.

Los expertos señalaron que la falta de este inorgánico provoca problemas como el anestro, una condición que impide a la vaca embarazarse, así como producir muerte en el embrión, mal desarrollo del feto y si este llega a sobrevivir presentaría un crecimiento por debajo de lo normal a su tipo y raza.

Esto también trae consecuencia a los ranchos, obviamente con vacas poco gestantes en el hato, amplio intervalo entre parto, más de un año entre uno y el siguiente, así como pocos kilogramos y mala calidad para la venta o para reemplazo.

Para evitar esta situación y mantener un consumo adecuado de fósforo todo el tiempo, los expertos de Patrocipes recomiendan ofrecer al ganado una mezcla mineral con un mínimo del 5% de fósforo, a libre acceso, durante todo el año.

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