Óscar Félix / MO
Después de 43 años de dedicación y esfuerzo como investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Lope Montoya Coronado, se retira, dejando un legado significativo en la agricultura de la región.
Montoya Coronado, quien fuera responsable hasta hace poco del programa de Oleaginosas, es reconocido por sus grandes aportaciones en la generación y validación de variedades, destacándose especialmente en el cultivo de Cártamo.
Su trabajo ha sido fundamental para el avance y mejora de esta industria, beneficiando a innumerables productores y comunidades. Bajo su liderazgo, se lograron avances significativos en la resistencia de las variedades de cártamo a plagas y enfermedades, así como en la optimización de técnicas de cultivo que incrementaron los rendimientos.
Fueros los productores del sur de Sonora, a través del Programa de Investigación y Extensión Agrícola en el Estado de Sonora (PIEAES), organizaron un emotivo convivio de despedida.
En la ceremonia, se dieron cita productores, familiares, investigadores y personal de ambas instituciones, quienes manifestaron su sincero agradecimiento y reconocimiento por la labor incansable de Montoya.
Entre los asistentes, hubo discursos emotivos que recordaron anécdotas y logros compartidos a lo largo de su carrera. “Lope siempre fue un pilar en nuestro trabajo, su conocimiento y dedicación fueron claves para muchos de nuestros éxitos”, comentó uno de los productores presentes.
La trayectoria de Montoya Coronado no solo se define por su habilidad técnica y científica, sino también por su capacidad de mentoría. Formó a varias generaciones de investigadores y técnicos agrícolas, quienes continuarán su legado en la región. Su compromiso con la formación de jóvenes profesionales ha dejado una huella imborrable en la comunidad científica y agrícola de Sonora.
Todos ellos coincidieron en desearle que disfrute al máximo esta nueva etapa de su vida como jubilado, asegurándole que su impacto perdurará en los campos y laboratorios donde dejó su marca. Montoya, visiblemente emocionado, agradeció a todos los presentes por su apoyo a lo largo de los años y expresó su confianza en el futuro de la investigación agrícola en la región.
“Es un honor haber trabajado con ustedes y haber contribuido al desarrollo de nuestra agricultura. Estoy seguro de que seguirán logrando grandes cosas”, afirmó Montoya en su discurso de despedida.