Dayan Lagarda / MO
El Laboratorio de Biotecnología del Recurso Microbiano (LBRM) en el Instituto Tecnológico de Sonora, cumplió 10, en los cuales ha logrado grandes avances en temas de agricultura en cultivos de trigo, maíz, frijol, entre otros.
De acuerdo con Dra. Amelia Montoya Martínez, investigadora posdoctoral de LBRM, a lo largo de esta década han logrado una colección que alberga más de 1600 cepas bacterianas y fúngicas aisladas de diversas regiones de México como Sonora, Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Sinaloa, obtenidas de plantas, suelos y rizósferas.
La experta destacó que dichos microorganismos nativos están adaptados a las condiciones locales, lo que facilita su reintroducción y su potencial uso en el campo, además de monitorearlos constantemente permitiendo no solo identificar patógenos presentes en los cultivos, sino también anticipar su comportamiento ante cambios ambientales, como el cambio climático, y diseñar estrategias para su control.
A su vez, Ixhel Campos Avelar, investigadora posdoctoral, mencionó que los trabajos han sido indispensables para garantizar la salud del suelo y el desarrollo sostenible de la agricultura, explorando el potencial agrobiotecnológico y la bioprospección, que es el proceso de seleccionar microorganismos con propiedades funcionales que puedan aplicarse en la agricultura.
Agregó que además el Laboratorio ha realizado grandes colaboraciones en el Valle del Yaqui y el resto del país, como con el INIFAP y otros centros de investigación, logrando escalar nuestras en investigaciones, identificando cepas con gran potencial para generar inoculantes microbianos que ayuden a combatir los desafíos que enfrenta la agricultura, especialmente frente a las consecuencias del cambio climático.