Óscar Félix
En el corazón de la comisaría de Esperanza, específicamente en la intersección de la calle Guerrero entre Coahuila y Heroico Colegio Militar, se encuentra un problema que ha sido ignorado durante demasiado tiempo.
Los residentes han reportado en múltiples ocasiones la proliferación de desechos en la vía pública, una situación que no solo afecta la estética del lugar, sino que también representa un riesgo para la salud de la comunidad.
A pesar de los reiterados llamados a la atención de las autoridades, la respuesta ha sido decepcionante, dejando a los vecinos frustrados y desamparados.
Las quejas han sido elevadas en diversas ocasiones, pero la falta de acción ha convertido esta zona en un foco de problemas.
La acumulación de residuos no solo crea un ambiente desagradable, sino que también atrae plagas y genera olores insoportables, afectando la calidad de vida de quienes transitan por allí.
Los vecinos, cansados de esperar soluciones, han comenzado a organizarse para hacer escuchar su voz.
La unión de la comunidad es fundamental para exigir un cambio y hacer que las autoridades tomen en serio sus reclamos.
La falta de acción ante este problema no solo refleja una falta de compromiso con la higiene pública, sino que también pone de manifiesto la necesidad urgente de que las autoridades escuchen y actúen en beneficio de la comunidad.
Es hora de que se tomen medidas concretas para restaurar la dignidad y la limpieza en nuestras calles.
La comunidad de Esperanza merece un entorno saludable y seguro, y es responsabilidad de todos trabajar juntos para lograrlo.