Milton Martínez Estrada

Efecto Trump se resiente en Sonora y Arizona

Todavía faltan cinco días para que Donald John Trump rinda protesta como el presidente número 47 en la historia de los Estados Unidos y los efectos de su segundo mandato ya son perceptibles en Sonora y Arizona.

Recordemos que Trump informó que su segunda presidencia iniciará con la firma de 100 decretos que engloban su estrategia administrativa para el periodo de 2025-2029.

En una ceremonia que tendrá lugar en el Despacho Oval lanzará una serie de órdenes ejecutivas que van desde el reforzamiento de la frontera con México, hasta imponer aranceles, consolidar un programa de deportaciones masivas y optimizar el desarrollo energético.

La cobertura informativa en la Casa Blanca ha considerado que esta retahíla de firmas presidenciales constituyen “un golpe ejecutivo histórico”.

Y ustedes apreciados lectores, se preguntarán cómo esta profusa actividad presidencial afectaría nuestra frontera con Estados Unidos, pues resulta que según las palabras del propio Trump la deportación masiva de migrantes sería de 8 millones de personas y no es por alarmar a nadie, pero Sonora es el estado mexicano que recibe más de estas expulsiones.

Se los escribo de forma clara: Desde noviembre pasado, cuando Trump logró la victoria electoral esta amenaza de deportaciones masivas cobró más fuerza.

Les voy a compartir un dato: Donald John Trump deportó 935 mil 346 migrantes de 2016 a 2020, durante su primer mandato y este 20 de enero quiere incrementar esa cifra un 800%.

¡Esto sería un promedio de expulsiones diarias de 5 mil 479, sin importar de que se trate de sábados o domingos, días festivos o celebraciones de fin de año!

Para dejarles un contexto claro, 8 millones de personas es una cantidad muy parecida al número de personas que residen en la Ciudad de México (9.2 millones), el núcleo poblacional más grande del país.

Estos 8 millones de migrantes en nuestras fronteras serían el mismo número de personas que tiene Jalisco o Veracruz.

Todavía más específico. Las personas que fueran expulsadas por Estados Unidos podrían fundar un nuevo estado mexicano, sin ningún problema, y se convertirían en automático en la segunda entidad más poblada de México.

Es que estas 8 millones de personas, son 2.5 veces más grande que todos los que poblamos en Sonora (2.9 millones), según el Censo 2020 de Inegi.

Es por eso que el efecto Trump ya es perceptible en nuestra frontera con Estados Unidos y Arizona ha emitido señales de alerta ante las deportaciones masivas.

Miré con detenimiento un reportaje videográfico del amigo y mejor periodista, Marco Antonio Flores, para Milenio, en el que autoridades arizonenses se dicen incapaces de hacer frente a la potencial deportación masiva de migrantes.

Y ojo a lo que sigue, es que las autoridades en el país del norte no solo pueden concentrarse en la expulsión de indocumentados, también deben seguir recibiendo a visitantes, vigilar sus fronteras y detener el contrabando de personas, armas, dinero y drogas.

Esto es una auténtica bomba de tiempo a punto de conocer su estallido.

Ahora, antes de que me llamen agorero, nuncio del caos y la destrucción es urgente que analicemos el perfil del próximo presidente estadounidense.

La forma de gobernar de Trump es similar a la fábula infantil de Pedro y El Lobo. Un gran porcentaje de sus acciones las difunde con hostilidad y espera que los destinatarios de su mensaje se pongan en alerta y actúen en consecuencia.

A esto se le llama baladronadas, bravuconerías o fanfarronerías. Se comporta como un chico malo en público, al estilo de los negociadores agresivos para sacar la mejor tajada de un negocio.

Vamos a un ejemplo que nos dejó su primer mandato como presidente de los Estados Unidos, aseguró que construiría una barda fronteriza infranqueable y México pagaría por ella.

¿Saben qué? Solo edificó 76 kilómetros de los miles de kilómetros que prometió de aquella valla infranqueable y nuestro país no pagó un solo centavo. El mayor de los problemas que enfrentó Trump fue precisamente el financiamiento. No obtuvo el dinero, pero en 2019 duplicó el número de detenciones de ilegales, un poco más de 800 mil.

Como ya se los escribí, su fábula es de Pedro y El Lobo: ¡Ahí viene el lobo!, grita para que todos lo escuchen y espanten, pero ese lobo casi nunca llega.

Así logra sus objetivos el magnate convertido en político: Anunciando desgracias y atemorizando a sus rivales.

Recordemos que, en aquel primer periodo, Donald John Trump gobernó desde la red social de Twitter, hoy llamada X, incluso, desde esta plataforma quiso retener la presidencia en 2020 frente a Joe Biden, pero le cancelaron su cuenta por escribir mentiras o fake news.

Hagan memoria y saquen sus conclusiones. Leo atento los comentarios que dejen en la página de Facebook, de Medios Obson.

Seguiremos a la expectativa y en cobertura informativa completa para darle a ustedes un mejor panorama de lo que se viene con Trump.

Nos leemos el otro jueves. Ciao, bellos.

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