CIUDAD DE MÉXICO. El movimiento estudiantil del 68 logró sentar las bases para alcanzar las libertades que se gozan actualmente en México e impulsó la vida democrática. Asimismo, despertó la conciencia de la importancia que debe existir en la negociación pacífica entre las autoridades de gobierno y la población, para evitar hechos de violencia.
¿QUÉ PASÓ?
El punto culminante de todo este movimiento sucedió el 2 de octubre de 1968, cuando miles de personas se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.
Ese día, elementos del ejército mexicano vigilaba, como ya lo había hecho en manifestaciones anteriores para que no hubiera disturbios, argumentando temor de que la Torre de Relaciones Exteriores que se ubica en la misma zona, fuera asaltada.
Se tuvo además el apoyo de 2 helicópteros. uno de la policía de la ciudad y otro del ejército.
Miembros del Batallón Olimpia, cuyos integrantes iban vestidos de civiles con un pañuelo o guante blanco en la mano izquierda, se infiltraron en la manifestación hasta llegar al tercer piso del edificio Chihuahua donde se encontraban los oradores del movimiento y varios periodistas.
LA MATANZA
Fue aproximadamente a las 17:55 horas que dos bengalas rojas fueron disparadas desde la torre de Tlatelolco.
A las 6:10, sobrevoló la plaza un helicóptero del cual dispararon bengalas, la primera verde y la segunda roja, presumiblemente, como señal para que los francotiradores del Batallón Olimpia apostados en los edificios Chihuahua, 2 de Abril, 15 de Septiembre, Issste 11, Revolución de 1910 y la Iglesia de Santiago así como varios miembros del Batallón Olimpia parapetados en los departamentos del Chihuahua y en el corredor del tercer piso, abrieran fuego en contra de los manifestantes y militares que se encontraban en la plaza para hacerles creer a estos últimos que los estudiantes eran los agresores.
Los militares, en su intento de defenderse, repelieron ‘la agresión de los estudiantes’, pero ante la confusión, los disparos no fueron dirigidos contra sus agresores, sino hacia la multitud.
Algunos manifestantes que lograron escapar del tiroteo se escondieron en los departamentos de los edificios aledaños, pero esto no detuvo al ejército, que, sin orden judicial, irrumpieron a cada uno de los departamentos de todos los edificios de lo que conforma la Unidad Tlatelolco, para capturar a los manifestantes.
¿CUÁNTOS MUERTOS HUBO?
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos señala que el número oficial de muertos por la masacre ascendió a 30; en los hospitales se reportaron 53 heridos graves; se calculó que el número de detenidos en el Campo Militar Número Uno llegó a dos mil; sin embargo, con el paso de los años, diversos testimonios, acceso a archivos y expedientes sobre aquel movimiento, las cifras demostraron ser otras.
El reporte de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, difundido en 2006, mencionó que no es posible dar una cifra exacta, aunque en su informe consignó alrededor de 350 muertos, señala la misma CNDH.
En 1971, tres años después de estos hechos, la escritora Elena Poniatowska, en su libro La noche de Tlatelolco, publicó la entrevista de una madre que buscó entre los cadáveres a su hijo y reveló que por lo menos había contado 65 cadáveres en un solo lugar.
El periodista inglés John Rodda, en sus investigaciones independientes, durante las que entrevistó sobrevivientes y testigos de los sucesos en los hospitales, calculó que el saldo fue de 325. Años más tarde, en una segunda investigación, el número se rebajaría a 250.
LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE 1968
10 días después de lo sucedido en Tlatelolco, el sábado 12 de octubre de 1968, el entonces presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, estuvo presente en la inauguración de los XIX Juegos Olímpicos, bautizados como la olimpiada de la paz; durante la ceremonia, un grupo de manifestantes lanzó sobre el palco donde el presidente se encontraba un papalote de color negro en forma de paloma, en repudio por la matanza del 2 de octubre.