Al acusar que nunca en la historia de la ONU se ha hecho algo “realmente sustancial en beneficio de los pobres”, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que en la próxima asamblea general del organismo mundial, México propondrá el Plan Mundial de Fraternidad y de Bienestar para garantizar una vida digna para aquellos que sobreviven con menos de 2 dólares diarios.
Al encabezar la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, el Ejecutivo federal detalló que este fondo se puede obtener del cobro de una contribución voluntaria anual del 4% de sus fortunas a las mil personas más ricas del planeta; una aportación similar por parte de las mil corporaciones privadas más importantes por su valor en el mercado mundial, y una cooperación del 0.2% del PIB de los países del G20.
“Nunca en la historia de esta organización se ha hecho algo realmente sustancial en beneficio de los pobres, pero nunca es tarde para hacer justicia.
“Hoy es tiempo de actuar contra la marginación atendiendo las causas y no sólo a las consecuencias, a tono con esta idea, en los próximos días la representación de México propondrá a la Asamblea General de las Naciones Unidas un plan mundial de fraternidad y bienestar. El objetivo es garantizar el acceso a una vida libre a 750 millones de personas que sobreviven con menos de dos dólares diarios.
Acompañado por el canciller Marcelo Ebrard y por Juan Ramón de la Fuente, embajador de México ante la ONU, el Mandatario federal detallo que esta propuesta se puede financiar con un fondo procedente de al menos tres fuentes: el cobro de una contribución voluntaria anual del 4% de sus fortunas a las mil personas más ricas del planeta; una aportación similar por parte de las mil corporaciones privadas más importantes por su valor en el mercado mundial, y una cooperación del 0.2% del PIB de cada uno de los países integrantes del grupo de los 20 (G20).
“De cumplirse esta meta de ingresos, el fondo podría disponer anualmente de alrededor de un billón de dólares. En su informe anual, la ONU podría destinar un día para otorgar reconocimientos o certificados de solidaridad a personas, corporaciones y gobiernos que destaquen por su vocación humanitaria ayudando a financiar el Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar.