Esta misma semana, es decir, el jueves, la administración del Presidente Municipal, Carlos Javier Lamarque Cano, cumplirá los primeros tres meses.

El primer día de su mandato, cuando tomaron protesta a varios funcionarios que por ley deben de ser aprobados por cabildo, y en donde, el único cuestionado por algunos regidores, fue al Capitán Cándido Tarango, pues, argumentaron, en el tiempo que estuvo al frente de Seguridad Pública en la administración pasada, sus resultados fueron muy malos.

El Alcalde Lamarque pidió paciencia, confianza y dijo que, en tres meses, harían una evaluación y ahí se tomaría una decisión.

Analizando estos tres meses, la violencia no ha cedido ni una cascarita de naranja aplastada y creo que, los días del capitán de fragata como Secretario de Seguridad Pública, están contados.

Es más, fuentes confiables comentaron con esta columna, que el relevo ya estaba listo y recaería en un civil, cuyas siglas me dijeron, son J.I.C., aunque no me revelaron el nombre, pero dicen que el cabildeo está a todo lo que da.

Una de esas fuentes, externó su temor porque un civil y no alguien con carrera militar o policíaca llegara a lidiar con la aguerrida tropa y con la delincuencia, y yo respondo que, pues ya tuvimos muchos uniformados y la neta, no hubo resultados.

Esperemos un cambio y que sea, lo mejor para Cajeme.

LA DIFERENCIA

Por motivos de trabajo, me tocó estar el pasado fin de semana en la Laguna (Torreón, Gómez Palacio y Lerdo), y la verdad quedé sorprendido porque se nota, en la calle, una especie de estancamiento, distinto a la última vez que anduve por acá hace poco más de tres años.

Me dicen, me cuentan, que la actividad principal de la comarca, es decir, la producción de leche estabulada, ha caído por falta de apoyos y, mientas los grandes productores están aguantando vara, algunos pequeños han tenido que reducir sus hatos ganaderos y también, con el objetivo de sobrevivir, han implementado una política de austeridad con lo cual han bajado su producción. Me dicen que también, algunos han cerrado y eso ha pegado directamente en los empleos y la actividad económica.

Y se nota. Al igual que en Cajeme, existen muchos negocios cerrados y otros tantos locales en renta.

Entonces recuerdo que, en la campaña, el dueño de la empresa lechera más importante de la comarca lagunera, Eduardo Tricio, junto con el Consejo Coordinador Empresarial, publicaron un desplegado donde le decían al entonces candidato Andrés Manuel López Obrador que; “Condenamos que un candidato a la Presidencia de la República recurra a ataques personales y a descalificaciones infundadas. Es preocupante que alguien que aspira a ser presidente de México denoste a quienes no comparten sus ideas”, señaló el consejo a través de un desplegado difundido en la prensa nacional.

Y pues como el tabasqueño no es manco ni dejado, les reviró que ellos, es decir los empresarios Alberto Baillères González, Germán Larrea, Claudio X. González, Alejandro Ramírez y Eduardo Tricio se reunieron con Ricardo Anaya y acordaron pedirle al Presidente Enrique Peña Nieto apoyar al panista.

Eso fue lo que enfureció a quien sería el presidente de México y, pues en el pecado llevaron la penitencia y la verdad, los empresarios “neoliberales” han sido castigados.

Pero bueno, no hay mal que dure cien años y al parecer, la relación entre el Señor Tricio y AMLO, parece que se ha suavizado y eso, es bueno para la Laguna y también para México.

Digo, ¿qué les costaba ser tan colaborativo como Carlos Slim? ¿Qué no?

MIENTRAS TANTO EN CUAUHTEMOC CHIHUAHUA

Hace muchos, muchísimos años, en verano viajabamos a visitar a parientes por parte de mi padre a Chihuahua, Chihuahua.

Tenía un tío que trabajaba para lo que, en ese entonces, era la SARH, es decir, la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos.

Nos subía a su troca, a mi papá y a mí y a veces a alguno de sus tres hijos, y nos llevaba a revisar oficinas y cosas que entraban dentro de su jurisdicción, las cuales incluían el recién abierto Valle de Delicias, Chihuahua, y también, Cuauhtémoc.

Él pronosticaba que Delicias sería más grande que Ciudad Obregón, y con un Valle mucho mejor y más tecnificado, mientras, a Cuauhtémoc no le apostaba mucho.

“Es que los menonitas son carajos”, nos decía.

Pues bueno, han pasado muchos años de eso, y la verdad, el valle de los menonitas está increíblemente pujante. Decenas de industrias, venta de maquinaria agrícola por todas partes y una industria quesera en constante crecimiento, más los muchos cultivos de manzana y de nogal que se ven junto a las carreteras.

Le pregunté a un amigo que conoce bien el vecino estado y me dijo: Lo que pasa es que la cultura de trabajo de los menonitas es incansable, mientras que la de nosotros los mexicanos, o sea, los de Delicias, es más tranquila.

Pues será el sereno, pero, pues me quedé impresionado con la riqueza que se ven en lo que hace años era una pequeña ciudad y ahora, un emporio.

Y recordé que hace años, el Valle del Yaqui se miraba igual. ¿Qué pasó?

Gracias

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