Derek Chauvin, el expolicía sentenciado a 22 años y medio de cárcel por la muerte del afroamericano George Floyd en mayo de 2020 en Minneapolis se ha declarado este miércoles culpable de los cargos federales que pesaban en su contra por violación de los derechos civiles de Floyd.

Es la primera vez que el exagente admite su culpabilidad por los nueve minutos y 29 segundos que acabaron con la vida de Floyd al clavar su rodilla sobre el cuello del afroamericano hasta asfixiarle. El caso reavivó el movimiento Black Lives Matter y desató protestas en todo el país contra los abusos policiales en Estados Unidos contra la población negra.

La declaración de culpabilidad de Chauvin significa que no tendrá que enfrentarse a un juicio federal en enero. A principios de semana, se supo que tenía intenciones de proclamarse inocente de los cargos federales, pero el juez le advirtió de que, en ese caso, podría ser condenado a cadena perpetua, según la televisión local WCCO-TV.

Confinado en solitario desde el pasado mes de abril en la prisión estatal de máxima seguridad de Minnesota para preservar su integridad física, Chauvin fue trasladado al juzgado de la ciudad de Saint Paul para comparecer ante un magistrado. Vestido con un mono naranja de prisionero, el expolicía respondió sereno al juez federal Paul Magnuson cuando éste le preguntó si comprendía lo que estaba haciendo: “Sí, su señoría”.

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