Con el objetivo de favorecer la fertilidad de la tierra, obtener un mejor aprovechamiento del agua y romper con ciclos biológicos de plagas y enfermedades en los vegetales, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural promueve la siembra de nuevos cultivos en huertos que, por tradición, solo han sido aprovechados para un producto específico.
El director en jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Francisco Javier Trujillo Arriaga, visitó huertos de aguacate en Sonora, para conocer los detalles técnicos de las nuevas plantaciones, hacer recomendaciones para proteger la producción sanitaria de los cultivos y precisar las certificaciones que emite el organismo de Agricultura, las cuales permiten acceder a más y mejores mercados.
En 2018, productores del Valle del Yaqui iniciaron la siembra de este nuevo cultivo en el desierto sonorense y, en la actualidad, se han reconvertido 355.5 hectáreas, antes destinadas a la siembra de otros productos.
El funcionario federal comentó que el cultivo de aguacate en esta región es una idea innovadora en México, ya que es un árbol que demanda gran cantidad de agua, por lo que hasta ahora, las zonas productoras del país se focalizan en el centro, occidente y sur-sureste.
Al respecto, calificó como altamente eficiente el sistema de riego por goteo implementado en los huertos, el cual se activa por sensores de humedad para monitorear de manera digital las necesidades de agua de manera sustentable.
Los agricultores expresaron su intención por ingresar al mercado de exportación, por lo que el funcionario federal recomendó comenzar con el muestreo de huertos para demostrar la ausencia de las plagas cuarentenarias del aguacatero: barrenador grande del hueso del aguacate (Heilipus lauri), el barrenador pequeño del hueso del aguacate (Conotrachelus aguacatae y C. perseae) y de la palomilla barrenadora del hueso (Stenoma catenifer).
RECONVERSIÓN DE CULTIVOS
Además de beneficiar al medio ambiente, la reconversión de cultivos tiene un gran valor en materia fitosanitaria, ya que disminuye el riesgo de que las plagas y enfermedades se vuelvan inmunes o resistentes a los insumos que se utilizan para su control.
Ejemplo de lo anterior son las acciones que implementa el Gobierno de México en el Valle del Yaqui, Sonora, el cual es considerado como una de las principales zonas agrícolas del país, con más de 250 mil hectáreas cultivables.
Por tradición de las comunidades, la mayor parte de la superficie Yaqui se emplea para el cultivo de trigo, el cual posiciona a la entidad en el primer lugar de producción del cereal, con más de 1.5 millones de toneladas anuales.
No obstante, desde hace poco más de cinco años, agricultores de la región han apostado al cultivo de productos frutícolas innovadores, como el aguacate de la variedad Hass y el mango Calypso, los cuales tienen el valor agregado de ser orgánicos.