El gobierno de Joe Biden pidió al Congreso de Estados Unidos que suspenda el impuesto federal a la gasolina durante tres meses, hasta septiembre. Asimismo, hizo un llamado a los estados para que tomen medidas similares para “brindar algún alivio directo, ya sea suspendiendo sus propios impuestos a la gasolina o ayudando a los consumidores de otras maneras”, dice la Casa Blanca.
Actualmente el galón de gasolina en Estados Unidos ronda los US$5, luego de haber caído a US$1,8 durante la pandemia.
La medida, según el gobierno, se propone para aliviar los bolsillos de los ciudadanos, particularmente los de la clase trabajadora, en un contexto de disparada inflación a escala global, consecuencia de la pandemia y la crisis de la cadena de suministro, pero sobre todo y más recientemente como efecto de la guerra en Ucrania.
“El presidente Biden entiende que una exención del impuesto a la gasolina por sí sola no aliviará el aumento de los costos que hemos visto. Pero el presidente cree que en este momento único en el que la guerra en Ucrania impone costos a las familias estadounidenses, el Congreso debe hacer todo lo posible para brindar a las familias trabajadoras un respiro”, señaló la Casa Blanca.
Por eso, Biden pide a los gobiernos estatales y locales que ofrezcan más ayudas a los consumidores. Algunos ya han actuado. En Connecticut y Nueva York, los gobernadores han suspendido temporalmente sus impuestos sobre la gasolina. En Illinois y Colorado, han retrasado las subidas de impuestos previstas. Y, en muchos estados, los dirigentes estatales y locales están estudiando una serie de formas de ayuda para los consumidores, desde suspensiones temporales y suspensiones del impuesto estatal hasta reembolsos y compensaciones a los consumidores. “El presidente cree que deberían hacerlo más estados y gobiernos locales”, dice la Casa Blanca.
Biden también ha pedido a las compañías petroleras que aumenten su capacidad de refino y que sean sensibles a la hora de fijar los precios. Las ha acusado de no rebajar los precios con la suficiente velocidad cuando cae el precio del crudo. Biden ya ha tenido otras críticas hacia las compañías petroleras. Biden escribió una carta a los presidentes de las principales petroleras para pedirles bajadas de precios.