El 26 de septiembre de 2014, estudiantes de la escuela para maestros rurales de Ayotzinapa desaparecieron cuando se dirigían a Ciudad de México para participar en una manifestación por el 2 de octubre. A prácticamente ocho años de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció que este año será un asunto resuelto, pues dijo, ya se sabe qué sucedió con los jóvenes.
“Ya sabemos lo que sucedió, nos faltan algunas cosas para complementarlo, porque acuérdense que es un proceso judicial y se pueden tener pruebas pero hay que certificar esas pruebas, hay que validarlas de acuerdo a procedimientos, pero ya tenemos mucho avance que es una de las demandas incumplidas o de los compromisos que hice que no he podido cumplir. Este año va a quedar lo de Ayotzinapa”, prometió.
Según la polémica versión del Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), la llamada “verdad histórica“, policías corruptos detuvieron a los estudiantes y los entregaron al cartel Guerreros Unidos, que los asesinó e incineró en el basurero de Cocula y tiró los restos en el río San Juan.
La Administración de López Obrador ha desmentido esa “verdad”, al coincidir con familiares y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que señaló que los cuerpos no pudieron ser quemados en ese lugar.