El papa Francisco habló de su “tristeza, indignación y vergüenza” por el papel de la Iglesia católica en el abuso de niños indígenas canadienses en escuelas residenciales, al iniciar una “peregrinación penitencial” de una semana al país.
El papa se disculpó y prometió una “investigación seria” sobre lo sucedido en un discurso en una reunión con pueblos indígenas en Edmonton, Alberta, el lunes.
Los líderes indígenas habían pedido durante mucho tiempo una disculpa papal por el daño infligido durante décadas a los niños indígenas, que sufrieron abusos y el borrado de la cultura indígena en las escuelas residenciales del país.
“Pido perdón, en particular, por la forma en que muchos miembros de la Iglesia y de las comunidades religiosas cooperaron, sobre todo a través de su indiferencia, en los proyectos de destrucción cultural y de asimilación forzosa promovidos por los gobiernos de la época, que culminaron en la sistema de escuelas residenciales”, dijo el pontífice.
El año pasado, se descubrieron cientos de tumbas sin nombre en los terrenos de antiguas escuelas residenciales en Columbia Británica y Saskatchewan.
Y la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá ha informado que más de 4.000 niños indígenas murieron por negligencia o abuso en escuelas residenciales, muchas de las cuales estaban a cargo de la Iglesia católica.
“Frente a este deplorable mal, la Iglesia se arrodilla ante Dios e implora su perdón por los pecados de sus hijos”, dijo el papa Francisco. “Pido humildemente perdón por el mal cometido por tantos cristianos contra los pueblos indígenas”.
Y el pontífice subrayó que su disculpa es solo el primer paso para corregir estos errores.