EL MIÉRCOLES de la semana anterior, se vivió un día de pesadilla con cinco ejecutados. Sin duda, ha sido uno de los días que más muertes ha registrado desde el amanecer hasta la medianoche, en las últimas semanas. Incluso, la quinta víctima de esa aciaga jornada, fue identificada apenas el domingo anterior. Era un hombre oriundo del Estado de Sinaloa y tenía su domicilio en colonia Urbi Villa del Rey. Apareció poco después de las 23:00 horas, en un predio ubicado en colonia Las Brisas, al lado oriente del mercado Aurrerá que se localiza por la calle 200 entre Kino y bulevar Las Torres. En ese mismo sitio, anteriormente ya habían dejado otros cadáveres, aprovechando que es un lugar oscuro y desolado. El occiso apareció envuelto en plástico negro y sobre una sábana de color beige. Contrario a esto, hasta el anochecer de ayer había prevalecido una calma chicha como ocurrió el pasado fin de semana. Indudablemente que esto abona en gran medida a la anhelada y ansiada tranquilidad de la ciudadanía que, ya, está hastiada de tanto derramamiento de sangre. De tal forma, que la regresión de la serenidad es una respuesta a la justa demanda de paz de la población. Por supuesto, que esto no es producto de la casualidad, sino del trabajo que han realizado corporaciones e instituciones armadas que, por momentos, se han visto igualmente vulneradas con uno y otro ataque armado que han costado vidas, pero lo importante es que paulatinamente pareciera que la paz está de regreso, pero, para ello es importante que ninguna corporación y grupo militar bajen la guardia. Por lo contrario, es momento de que se fortalezcan las operaciones de vigilancia y prevención del delito en todos los rincones de la comunidad, esencialmente, en puntos neurálgicos como ha venido sucediendo en colonias del sureste de la localidad, donde se localiza el fraccionamiento Las Misiones, Héroes, Villas del Trigo, Misión del Real, Sóstenes Valenzuela Miller, la popular 410, Primero de Mayo, Rodeo y otros asentamientos aledaños que, en días recientes han sido escenarios de mortales sucesos… HAY QUE RESALTAR que en el ambiente de pacificación ha influido de sobremanera las detenciones de presuntos delincuentes que han realizado de manera conjunta fuerzas militares y Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP) como sucedió la semana anterior en la colonia Benito Juárez, la antigua Plano Oriente. Por cierto, que ayer apenas la secretaria de Seguridad Pública del Estado (SSPE) a cargo de María Dolores del Río Sánchez, dio conocer la captura de siete presuntos delincuentes, entre estos, una mujer y les aseguraron cuatro fusiles de asalto, así como gran cantidad de cartuchos útiles en varios cargadores. Los primeros cuatro detenidos fueron llevados a la Fiscalía General de la República (FGR) a Hermosillo y los otros tres se quedaron aquí. De alguna forma, el trabajo que realizan militares y estatales a cargo del comandante, Jesús Antonio Cruz Facio, también ha contribuido de sobremanera para que se reduzca la incidencia criminal y los acontecimientos de alto impacto. No ha resultado una tarea sencilla, sin embargo, es importante no bajar la dinámica de trabajo. En ese mismo orden, están los resultados obtenidos por agentes de la Policía Municipal en coordinación con elementos de la secretaria de la Marina (Semar) bajo la coordinación del capitán de navío, Claudio Cruz Hernández, quien sin hacer mucho ruido ha respaldado significativamente el proceso de apaciguar el ambiente citadino. Se insiste, hoy como nunca se ha logrado avanzar elocuentemente en ese propósito y ahora solo falta mantener esa aptitud y esfuerzo para que no surjan retrocesos de ninguna índole. Por el contrario, hay que defender la calma sin regateos y si con el mejor denuedo para evitar hasta donde sea posible un mayor derramamiento de sangre. Respecto al desempeño de Cruz Hernández, policías con más de veinte años de servicio, reconocen que sin hacer mucho ruido y menos protagonismo, este señor ha hecho lo que el tristemente célebre, capitán de fragata, Cándido Tarango Velázquez, nunca se atrevió hacer; enfrentar a la delincuencia. Aunque muchas veces lo alardeó y la alharaca sobre el tema era constante, pero fue más el ruido que los resultados que, nunca mostró… LLAMA PODEROSAMENTE la atención del decomiso de una tonelada y media de cocaína en el estado de México. Indiscutiblemente que se trata de uno de los aseguramientos de mayor relieve en los recientemente pasados años, esto, gracias al trabajo del secretario de Seguridad de la Ciudad de México, Omar Hamid García Harfuch, quien ha demostrado que es un experto en la materia. Hay quienes consideran que el mando policíaco está siendo muy mal aprovechado por el gobierno del mandatario nacional, Andrés Manuel López Obrador, debido a que dada su capacidad, su misión debe enfocarse en la secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) en vez de tener a la servil, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, cuyo desempeño realmente ha sido espurio, al tratar minimizar el fenómeno de la inseguridad y criminalidad que vive el territorio azteca, pese a las elevadas cifras de homicidios. De plano, no se cansa de sus incongruencias, cuando para nadie es un secreto los ríos de sangre que corren por el suelo mexicano… EN OTROS ASUNTOS, en días pasados, personal de la Secretaría de la Marina y de la Fiscalía General de la República (FGR), en Sonora, donde las manda cantar, Francisco Sergio Méndez, hicieron importante aseguramiento de metanfetamina. Más de media tonelada, para ser preciso y la cual que era transportada en un vehículo tipo pick up, que fue abandonado en el kilómetro 34+500 de la carretera internacional, entre la “Y” de Bácum y Vícam, por sus ocupantes que escaparon de intensa persecución. Este, también fue un revés incuestionable, aplastante para zares de las drogas. El asunto debió haber alcanzado mayor trascendencia, debido a que más de quinientos kilogramos de ese alcaloide no es como decir enchílame otra gorda. Quizás, el asunto se ha manejado sin mucho ruido para no entorpecer las diligencias indagatorias que, seguramente, están en curso. Un buen logro para Sergio Méndez y personal a su mando destacado en la subsede de Ciudad Obregón. Sin caer en la zalamería, pero este tipo de acciones también cuenta para debilitar a los cárteles de la droga, así que hay que estar pendiente para ver si cualquier día de estos se da otro demoledor golpe… TAL Y COMO lo hizo el último día de su campaña política, ayer, regresó el jefe de la comuna, Carlos Javier Lamarque Cano, a las instalaciones de la Jefatura de Policía Preventiva y Tránsito Municipal para anunciarle a la tropa en qué consistirá el aumento salarial que su gobierno otorgará a todos los agentes. Ahora, la pletórica noticia la compartió ante la tropa para que no les quede duda que se trata de una realidad y que a partir de la primera quincena de agosto recibirán sustanciosos estímulos económicos. A cambio, les exigió corresponsabilidad y el mejor de sus esfuerzos para combatir la delincuencia. Insistió en que en ellos descansa la enorme responsabilidad de velar por la seguridad pública. Definitivamente que, con este apoyo del gobierno municipal, es un hecho que la tropa habrá de responder con creces como lo han hecho, aún sin recibir ese tipo de beneficios. Lo único que le faltó al presidente municipal fue ofrecerles incentivos cada mes a los mejores policías, como en su momento lo hizo el extinto ex secretario de Seguridad Pública, Fernando Isaac Apodaca Lauterio, quien siempre se distinguió por darle otro nivel a la policía. Bueno, fuera que se implementará ese programa de galardones, pero sobre todo de incentivos económicos, donde hasta los hijos de policías eran distinguidos con atractivos obsequios… DESPUÉS de la captura de un presunto multiasaltante en calles 300 y Meridiano, acción que estuvo a cargo de agentes del cuadrante uno, ahora los subalternos del comandante Daniel Navarro Salas, sacaron de circulación a otra calamidad que estaba haciendo de las suyas, en la zona nor-oriente. Se trata de un sujeto apodado “El Plátano” quien cayó en manos de agentes policíacos en la colonia Nuevo Cajeme, cuando iba en plena fuga tras asaltar un autoservicio. Se le aseguró una pistola calibre 22. Otro maleante menos… Luego seguimos, Dios mediante.