Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, aseguró el lunes que agentes del FBI, la Oficina Federal de Investigación, habían entrado para practicar un registro en su mansión de Mar-a-Lago, en Palm Beach (Florida). El FBI solo puede realizar ese tipo de registros con autorización judicial, y para concederla el juez tiene que valorar como probable que se haya cometido un delito.
Ni la agencia de investigación ni el Departamento de Justicia, del que depende, han dado explicaciones sobre la actuación. Fue el propio Trump el que aseguró a través de un comunicado que su casa estaba “bajo asedio, allanada y ocupada por un gran grupo de agentes del FBI”. “Nunca le había ocurrido nada parecido a un presidente de Estados Unidos”, escribió Trump.“solo podría suceder en países rotos del Tercer Mundo” añadió.
El magnate está inmerso en varios casos judiciales. Se encuentra bajo escrutinio por sus intentos de alterar los resultados de las elecciones de 2020 y por su posible responsabilidad en el asalto al Capitolio. Sus negocios y declaraciones fiscales también están siendo investigados. Hace unos meses surgieron sospechas de que se había llevado a Mar-a-Lago documentos oficiales clasificados como secretos.
La ley penal estadounidense castiga a quien “oculta, elimina, mutila, borra, falsifica o destruye voluntaria e ilegalmente” documentos federales bajo su custodia con penas que van de multa a tres años de prisión y que pueden inhabilitarle para desempeñar cargos públicos. Los presidentes están legalmente obligados a conservar los documentos que producen y manejan mientras están en la Casa Blanca, incluidas sus notas personales, y a entregarlos a los Archivos Nacionales al término de su mandato.
“Después de trabajar y cooperar con las agencias gubernamentales pertinentes, esta incursión no anunciada en mi casa no era necesaria ni apropiada”, afirmó Trump, que añadió: “Se trata de una mala praxis de la Fiscalía, de la instrumentalización del sistema de justicia y de un ataque por parte de los demócratas de la izquierda radical que no quieren desesperadamente que me presente a la presidencia en 2024, sobre todo a raíz de las últimas encuestas, y que igualmente harán cualquier cosa para detener a los republicanos y a los conservadores en las próximas elecciones de mitad de mandato”.
“¿Cuál es la diferencia entre esto y el Watergate, donde los operativos irrumpieron en el Comité Nacional Demócrata? Aquí, al revés, los demócratas irrumpieron en la casa del 45º presidente de Estados Unidos”, señaló Trump.