El martes por la tarde circulábamos por la calle París a la altura de la Londres en la colonia Bella Vista cuando escuchamos a unos metros el terrorífico sonido de las armas de alto calibre, al tiempo que mirábamos a un joven que fue abatido por las balas. Pero no terminábamos de reponernos del susto cuando ayer miércoles a unas cuadras de su casa en el Bulevar Justo Sierra y Ley 38, en la colonia Náinari del Yaqui, volvimos a escuchar el espantoso rugir de la metralla, enseguida nuestros compañeros de los medios dieron cuenta de otro joven baleado de gravedad, que murió momentos después cuando recibía atención médica en un nosocomio local. Estos dos hechos sangrientos con los que se complementan arriba de los 30 cristianos ejecutados en lo que va del mes de agosto en Cajeme, nos pusieron a reflexionar e interrogarnos ¿Que está pasando en nuestro querido municipio? ¿Dónde quedó aquella ciudad perfectamente trazada, de calles amplias, pero, sobre todo, donde se respiraba una tranquilidad incomparable que nos hacía sentir una paz que ahora extrañamos? Recordamos que hace menos de 15 años, un crimen a balazos era una novedad que trastocaba la tranquilidad de propios y extraños. Hoy es cosa de todos los días, porque ante tantas ejecuciones, estamos perdiendo la capacidad de asombro. Recordamos que desde el trienio panista de MANOLO BARRO BORGARO, las cosas se empezaron a descomponer. Luego vino el trienio de priista ROGELIO DÍAZ BROWN y las cosas siguieron empeorando en términos de inseguridad. Lo mismo pasó en el siguiente Gobierno, que fue el del también priista, FAUSTINO FÉLIX CHÁVEZ, donde hubo más muertos que los trienios anteriores. Pero llegó el morenista, CARLOS JAVIER LAMARQUE CANO y de igual manera las cifras continuaron al alza. Como vemos, gobiernos de los tres principales partidos han ido y venido y las cosas siguen empeorando. Así que lo que está pasando actualmente de ninguna manera es culpa total de Lamarque, porque cuando este agarró las riendas del municipio las cosas ya estaban muy complicadas y difícilmente las podrá arreglar. Y si ningún Gobierno de ningún partido ha podido con el paquete aquí la pregunta de los 64 mil sería. ¿Y entonces qué hay que hacer para frenar esta situación tan crítica por la que estamos atravesando? Escuchábamos la transmisión en vivo que hacía nuestro compañero, MARTÍN MENDOZA SALAZAR, experto en el tema policiaco, cuando decía que es apremiante la necesidad de sentar en una comparecencia pública tanto al secretario de Seguridad Pública de Cajeme, CLAUDIO CRUZ HERNÁNDEZ, como la secretaria del ramo del Gobierno del Estado, MARÍA DOLORES DEL RÍO SÁNCHEZ, para que nos expliquen cuáles son las estrategias que están aplicando y que no están dando resultados, porque presencia de las corporaciones sí hay y suficiente, lo que no hay son buenos resultados de su trabajo. Y es que es muy evidente la mala estrategia que utilizan, porque precisamente en cada balacera se juntan decenas de patrullas en el lugar de los hechos, cuando el trabajo debería consistir en ir en la búsqueda de los sicarios responsables, pero no lo están haciendo. Para qué tanta patrulla y tanto policía que la mayoría van de mirones, únicamente porque para levantar testimonios y elaborar los informes como primeros respondientes no hay necesidad de tanto metiche en el lugar, cuando lo que en ese momento lo que urge es peinar la zona, con los datos de los asesinos, pero no lo hacen. ¿Así como pues? Difícilmente vamos a lograr resultados diferentes, sí no estamos haciendo cosas diferentes. Recordamos al comandante ANTONIO GUTIÉRREZ LUGO, exsecretario de Seguridad Pública, cuando les indicaba a los policías municipales, que no los quería hechos bola en el lugar de la balacera, sino rondando en los alrededores como parte del operativo de búsqueda de los criminales. Por otro lado, el caso no tan triste porque no hay derramamiento de sangre humana de por medio, pero sí es muy molesto, el estado deplorable en que se encuentran las calles de nuestra otrora bella ciudad. Y es que pasa lo mismo, los alcaldes han venido pateando el bote y descuidando las inversiones en las calles, al grado que actualmente en esta ciudad, pareciera que vivimos en una zona miraba de por allá del Medio Oriente, porque te capeas un bache y caes en tres. Y muchos tienen que ver en esto dos factores: El primero, que la vida útil del pavimento de muchas calles, ya feneció hace algunos años. Y segundo, que hay infinidad de obras de pavimentación en calles de las más confluidas y colonias de las más nuevas y no tan nuevas que, están construidas con materiales pobres y trabajos de baja calidad, con el fin de que constructores y funcionarios de Gobierno se repartan el botín entre sí y al pueblo que se lo lleve la jodida. Y esto lo vemos en algunas colonias de las más nuevas, donde a los dos años empiezan a surgir los baches, a los cinco proliferan por todos lados y a los diez se vuelven intransitables, por ese contubernio podrido de constructoras y funcionarios. Y para concluir este comentario, le diremos que de aquel Cajeme tranquilo, con calles en buen estado de hace más de 13 o 14 años, quedan los poros vestigios, porque ahora, para nuestra desgracia, vivimos entre balas y baches. ¿Hasta cuándo cambiará esto, solo Dios lo sabe? Y si nos hacemos la pregunta: ¿Por quién votar en las siguientes elecciones? Pues tampoco encontraremos respuesta, porque tan malos los pintos como los colorados. Así de complicada la situación que vivimos actualmente……………. Si a usted le informaron que ayer el alcalde de su municipio no estaba en palacio municipal, justifíquelo, porque nos informan que había una reunión de presidentes municipales en Hermosillo, donde por supuesto se trataba un tema en beneficio de sus representados, así que bien justificados los ediles sonorenses………. Y si ayer fue al súper que no le sorprenda que el precio de un producto tan básico en la cocina sonorense como la cebolla, subió de 25 a 40 pesos, al grado que, si ocupaba 1,500 pesos para medio surtir la despensa de la semana, ahora agréguele otros 500 porque los precios van al alza cada día y ni a quien reclamarle. ¡Viva México c!