Óscar Félix / MO
Lo que parecía ser el final de un turno como cualquiera día en la estación de Bomberos de Villa Bonita, se convirtió en una situación de sumo estrés al ver que la vida de una bebé se encontraba en peligro, por eso pedimos a Dios fuerza para lograrlo, fue lo que paso por la mente de los dos bomberos que salvaron a la niña de una muerte casi segura.
Marcos Paredes y Mario Castro con 20 años de servicio en Bomberos de Ciudad Obregón coincidieron que dicha vivencia los ha marcado y aún más al saber que primero tienes que controlar el momento difícil cuando cargaron en sus brazos a un ser inocente que ameritaba la inmediata ayuda para volver a respirar.
Ambos padres de familia contaron que al verse en esa situación lo único que pensaron fue en sus hijos por lo que sintieron un dolor muy grande al escuchar los llantos de dolor de los padres de la menor que imploraban la ayuda.
“Fueron unos minutos eternos pero lo único que pensé era en concentrarme por lo que aplique los primeros auxilios a la niña y ya abordo de la unidad de bomberos el trasladado era interminable solo cuando escuche llorar a la niña me alegre y en ese momento die de nuevo gracias a Dios”, contó Mario Castro.