Bécker García / El Tiempo
ANDRÉS MANUEL, ¿CAMBIÓ DE OPINIÓN?
El cambio a la Constitución para que los militares permanezcan en las calles hasta el 2028, tuvo un vicio de origen: lo presentó la diputada priista Yolanda de la Torre, y rápidamente fue aplaudida por el dirigente de ese partido, el inmoral, Alejandro “Alito” Moreno. Ambos, por el servicio prestado a MORENA y al presidente López Obrador, tuvieron su premio: la primera la hicieron Presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Durango, y, para el segundo, cesaron las investigaciones sobre enriquecimiento que bien podrían haberle costado 25 años de cárcel.
Entrando en detalles, la iniciativa no está tan mal, sobre todo cuando se le hicieron 11 de 13 modificaciones propuestas por el PRI, donde destaca el fortalecimiento de policías estatales y municipales (desde hace cuatro años sumidas en el olvido presupuestal) y, también, revisión por parte de las cámaras del actuar de los militares, en cuanto a estrategia, resultados y a respeto a los derechos humanos.
Andrés Manuel López Obrador declaró en una mañanera, que, había cambiado de opinión sobre la presencia de militares en las calles que antes repudiaba, al ver el desmadre que existía en el país, donde y, cada vez más, el crimen organizado controla áreas completas en la mayoría de los estados, con lo cual, no solo buscan la distribución de droga, sino que ahora, hacen lo mismo con secuestros, cobro de piso y hasta control en la producción de alimentos, pues, a productores, les quitan una cuota por cada tonelada producida, y, ahí está el caso del aguacate que se fue a las nubes en el precio por esa causa.
No es cosa menor que, la totalidad de los gobernadores, no nada más los Morenistas, hayan pedido auxilio y aprueben esa militarización, porque ellos viven en carne propia esto, y, por causa de la inseguridad, se enfrentan al reclamo y cada vez más creciente repudio de sus gobernados.
Partiendo de esa base, ¿podemos decir que la política de abrazos no balazos, llega a su fin? Parece que sí.
En los últimos días, se han dado indicios de que ahora sí, a la milicia se le está dando la autoridad para aplicar la defensa y meter en orden a los delincuentes.
Hace unos días, en un centro comercial de la ciudad de Guadalajara, un grupo de malhechores quisieron secuestrar a un empresario tequilero. Su guardia personal impidió el hecho y, cuando los atacantes huyeron, se toparon con el ejército que los detuvo e incluso hirió a dos de ellos. Antes, y muy probablemente como sucede o sucedía en Cajeme, nada más llegaban a hacer bola con los acordonamientos de área.
Otra muestra se dio el día de antier, donde, conjuntamente la Policía Estatal y la Guardia Nacional, desalojaron a quienes durante años controlaban la carretera federal a la altura de Vícam y de Loma de Guamúchil, deteniendo a 21 personas que fueron entregados a la fiscalía para que enfrenten procesos delictivos.
Es decir, o preguntar, ¿ahora sí tomaran el toro delincuencial por los cuernos? Yo creo que sí.
Y conste, mi aversión a los uniformes y armas, de cualquier tipo, tiene años, pero, ante las circunstancias, es de sabios cambiar de opinión, y sí lo hizo alguien como AMLO, ¿por qué la sociedad no?
La discusión en el Senado, fue álgida, con desentonos, gritos e insultos, en una gran mayoría, con lo cual le resta brillo al recinto parlamentario, pero bueno, el pan y el circo que les gusta a muchos.
Lilly Téllez, histriónica, prendió la mecha al insultar a los morenos y decirles que ya no eran perros en busca de hueso, sino hienas esperando la carroña. Varios senadores, entre ellos Napoleón Gómez y Salgado Macedonio, se le fueron a la yugular y para todos tuvo, pero, no es un papel digno de una señora y menos, de alguien que pretende ser la siguiente presidenta de México.
La otra actitud, con más tablas, fue la de la senadora Claudia Ruiz Massieu, cuando le recordaron que Carlos Salinas de Gortari había mandado matar a su papá, ante lo que respondió, con calma, que respetaran a su familia.
En fin, estridencia nada más.
La aprobación de la ley tiene aún un camino que recorrer para luego ser implementada. Primero y dadas las modificaciones, tiene que regresar a la Cámara de Diputados para ser re-aprobada por la mayoría calificada (cosa que parece un mero trámite), para luego que pase los mismo en 17 Congresos Estatales, lo cual, y dado que MORENA tiene 21 gobiernos estatales, pues también, será solo un trámite.
Gracias