Un adolescente de 15 años mató este jueves a cinco personas e hirió a otras dos en una tranquila barriada de Raleigh, según ha comunicado la alcaldesa de dicha localidad, la capital de Carolina del Norte, de unos 470.000 habitantes. El joven, del que no se ha desvelado la identidad, está hospitalizado en estado crítico tras la operación policial para detenerle, aunque no se ha detallado la causa ni el alcance de sus heridas. La paz habitual de Hedingham, una zona de amplias casas con jardín y campos de golf al noreste de la ciudad, se rompió con el tiroteo, pasadas las 17.00 horas.
Las víctimas mortales son un joven de 16 años, un policía de 29 años que se encontraba fuera de servicio y tres mujeres de 35, 49 y 52 años, según han comunicado las autoridades. Además, otro policía de 33 años, que ya ha sido dado de alta, y un hombre de 59 años han resultado heridos en el tiroteo masivo. Este último se encuentra en estado crítico.
La jefa de policía de Raleigh, Estella Patterson, ha señalado este viernes en una rueda de prensa que las circunstancias del asesinato múltiple están siendo objeto de investigación. Por ahora no se sabe si el autor de la matanza conocía a alguna de las víctimas, tampoco se ha comunicado el tipo de arma que usó ni cómo se hizo con ella.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha enviado también un mensaje público de pésame por las víctimas y ha reclamado una prohibición de las armas de asalto. “Es suficiente. Hemos llorado y rezado con demasiadas familias que han tenido que soportar la terrible carga de estos tiroteos masivos. A demasiadas familias se les ha arrebatado para siempre a sus cónyuges, padres e hijos. Este año, e incluso en los cinco meses transcurridos desde Buffalo y Uvalde, ha habido demasiados tiroteos masivos en todo Estados Unidos”.
En lo que llevamos de año, EE.UU. ha visto más de 500 “tiroteos masivos” en todo el país, de acuerdo con los datos de la organización Gun Violence Archive, que considera como “masivos” los ataques con al menos cuatro víctimas que pueden ser muertos o heridos, sin incluir al autor de los disparos en caso de que haya fallecido o sufrido lesiones.