Mónica Citlalli Díaz Reséndiz era una profesora de inglés de 30 años. El 3 de noviembre salió de su casa en Ecatepec, Estado de México, rumbo a su trabajo, pero jamás llegó a su destino.
Cerca de las 17:30 horas colectivos feministas comenzaron a confirmar la muerte de Mónica Citlalli y a externar indignación por lo sucedido.
Por su parte Quick Learning, donde trabajaba, confirmó la noticia y expresó: “Nos unimos a la pena y profundo dolor de la familia Díaz Reséndiz por el sensible fallecimiento de nuestra compañera y amiga: Mónica Citlalli Díaz Reséndiz. Les abrazamos y oramos a Dios por pronto consuelo y paz”.
Sus alumnos recordaron sus cualidades y su profesionalismo. La describieron como una mujer “amable, sonriente, coqueta y llena de vida” y la recordaron como “muy alegre y buena en su clase”.
La Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) inició una carpeta de investigación por el feminicidio. En un comunicado conjunto con la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) señaló que la indagatoria se realiza con perspectiva de género.
“Ambas instituciones continuarán en coordinación con las investigaciones por la comisión de los delitos de feminicidio y desaparición, lo que es realizado con perspectiva de género para el total esclarecimiento de los hechos”, se pudo leer.
El 3 de noviembre los padres de Mónica se alarmaron desde que recibieron un mensaje escrito desde su teléfono celular. El texto les pareció sospechoso ya que las expresiones utilizadas no coincidían con las que su hija utilizaba normalmente.
En el mensaje, supuestamente escrito por la joven, ella les informaba que iría a Pachuca, Hidalgo con una amiga, lo cual incrementó las sospechas ya que era un día laborable. Ese mismo día una compañera les confirmó que Citlalli no había llegado a la escuela.