Un fuerte sismo derribó edificios y muros este lunes en Java, la populosa isla principal de Indonesia, donde mató al menos a al menos 162 personas e hirió a cientos. La gente corrió a las calles, algunos cubiertos de sangre y polvo blanco, para ponerse a salvo.
La cifra fue confirmada por el gobernador de Java Occidental, Ridwan Kamil, quien agregó que la mayoría de los fallecidos son niñas y niños.
Muchos eran estudiantes de escuelas públicas que habían terminado sus clases y estaban tomando lecciones adicionales en escuelas islámicas, apuntó. Cianjur es conocido por tener una gran cantidad de internados y mezquitas de esa religión.
Agregó que más de 13 mil personas cuyas casas sufrieron graves daños estaban siendo trasladadas a centros de evacuación.
Trabajadores de emergencias atendieron a los heridos en camillas ante los principales hospitales, en terrazas y estacionamientos. Entre las víctimas había muchos niños, algunos de los cuales necesitaron mascarillas de oxígeno, tratamiento por vía intravenosa o reanimación cardiopulmonar.
Los vecinos, algunos con menores que lloraban en brazos, huyeron de viviendas dañadas después de que el sismo de magnitud 5.6 golpeó la región de Cianjur, en la provincia de Java Occidental, a última hora de la tarde, a una profundidad de 10 kilómetros.