La joven de 26 años de edad se enteró de su insuficiencia renal cuando recibió los resultados de un análisis médico que le practicaron para entrar a un empleo.
Sin embargo, al ser asintomática, Diana vivió con el padecimiento por mucho tiempo, hasta que tuvo que someterse a hemodiálisis para cumplir con la cirugía del trasplante.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para tener una intervención de calidad, dentro de los protocolos se fijó un plazo de tres meses para los procesos de donador vivo.
En el caso de la joven, su padre y su pareja resultaron negativos en compatibilidad, lo cual provocó que Diana experimentará miedo al saber que el tiempo se acortaba, pero de pronto llegó una buena noticia.
Los médicos del IMSS practicaron los exámenes correspondientes a la señora Inés, madre de la paciente, y resultó que su riñón era compatible, lo cual aumentó la felicidad de la familia.