Los grupos criminales en México y América Latina han incrementado su capacidad de producción de heroína y cocaína en los últimos años, lo que coincide con los crecientes aseguramientos de fentanilo, cuyo consumo se ha convertido en una de las principales amenazas para Estados Unidos.
En el marco de una mayor presión por parte del gobierno estadunidense, México elevó sus esfuerzos para combatir el fentanilo, al decomisar mil 732.1 kilos de enero a septiembre de 2022, 33.6% más respecto al mismo periodo de 2021.
A la par de este combate ha proliferado la oferta de otros narcóticos en la región.
Durante 2021, el cultivo de amapola en México creció por primera vez en tres años, al pasar de 23 mil 200 hectáreas en 2020 a 28 mil 600, lo que representa 23%, de acuerdo con un informe del Departamento de Estado de EU.
Con esto, la producción potencial de heroína aumentó 22%, de 59 a 72 toneladas métricas en dicho periodo.
En tanto, desde el año pasado, Colombia, Perú y Bolivia, los tres principales productores de cocaína en el mundo, han registrado alzas en su producción y decomisos de esta droga, señala un análisis de la consultora Insight Crime, el cual destaca el cambio de rutas de los narcotraficantes para evitar ser detectados.