La compra del Gobierno mexicano de 13 plantas a Iberdrola supone un riesgo de subir las tarifas eléctricas y no manda señales de certidumbre sobre el sector energético del país, mientras la energética española avanza en sus metas de descarbonización, afirmaron especialistas consultados por EFE.

El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó este miércoles que con la compra de 13 plantas de generación eléctrica a Iberdrola se garantiza que no habrá aumentos al precio de la luz en lo que resta de su administración y el próximo gobierno.

“Con esto ya garantizamos que en el tiempo que nos falta no haya aumento en el precio de los combustibles y es buena noticia. También hacia adelante vamos a concluir nosotros y vamos a dejar condiciones para que se mantenga la misma política de precios en gasolina, diésel, en gas y la luz”.

Iberdrola anunció el martes un acuerdo para vender infraestructura en territorio mexicano, con un total de 8 mil 534 megavatios (MW), que representa un 20 por ciento de la demanda máxima pronosticada por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) de México de 42 mil 741 MW y el 87 por ciento de sus operaciones en el país.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, presumió de la compra como “nueva nacionalización”, ya que las 12 plantas de ciclo combinado y una eólica de Iberdrola pasarían al “patrimonio público” y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Para Óscar Ocampo, coordinador de Energía y Medio Ambiente en el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), esta compra está en línea con el objetivo del Gobierno de hacerse del control de los productores independientes de energía (PIE’s).

El especialista consideró que también abre un debate sobre la operación y regulación del mercado, al volverse la CFE la empresa mayoritaria del sector eléctrico mexicano.

Por otro lado, Víctor Ramírez, de la Plataforma México, Clima y Energía (PMCE), también cuestionó si las plantas de generación seguirán con la misma eficiencia.

Recordó que las centrales de ciclo combinado más caras del mercado, como las que adquiere el Gobierno mexicano a través del fondo Mexico Infrastructure Partners (MIP), son las operadas por la CFE.

De acuerdo con datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), hasta marzo pasado cada megavatio hora generado por la CFE costó mil 349 pesos, mientras que el de los PIE’s fue de 976 pesos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *