La tortuga gigante de las Seychelles está considerada actualmente la tortuga más longeva del mundo. Esto se debe a que uno de los ejemplares que quedan de la especie, llamado Jonathan, cumplió 191 años.

El récord se registró en Guinness World Records, y situó a la tortuga como el quelonio (orden de reptiles que incluye tortugas, galápagos y tortugas terrestres) más antiguo de todos los tiempos.

Se considera que nació alrededor de 1832 y que fue regalada a William Grey-Wilson, quien viajó de Seychelles a la isla de Santa Elena en 1882, convirtiéndose más adelante en gobernador.

Aparecieron fotografías muy antiguas de Jonathan, tomadas entre 1882 y 1886, en las que podemos ver una tortuga ya adulta paseando por el jardín de la residencia del gobernador de Santa Elena, Plantation House, que es donde ha vivido casi la totalidad de su vida. Resulta impresionante pensar en cómo ha cambiado la humanidad desde que Jonathan nació y lo poco que esto ha afectado a su rutina: el mundo de Jonathan sigue consistiendo en comer, dormir y reproducirse.

Como consecuencia de la vejez tras sus casi dos siglos de vida, Jonathan es ciego y no tiene olfato, por lo que es alimentado con la mano por sus cuidadores. Sin embargo, responde cuando le llama Joe Hollins, su veterinario, y su audición sigue intacta, según informa el Guinness World Records (GWR). Hollins asegura que, a pesar de los estragos de la edad, Jonathan mantiene mucha energía.

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