Fabiola Navarro / MO
Pese a los esfuerzos por lograr la inclusión, la población que padece algún tipo de discapacidad física, sigue sufriendo la indiferencia no solo del sector laboral, sino del gobierno en cuestiones tan básicas como es el facilitarles movilidad con la construcción de rapas adecuadas.
Pese a que hace meses el Gobierno Municipal reparó algunas rampas del centro comercial, hay otras a las que no les dio mantenimiento y se han deteriorado como la que se encuentra en la calle 5 de febrero e Hidalgo, donde incluso la nomenclatura está a punto de caer porque se levantó el pavimento.
“Es muy difícil para mí caminar así, porque puedo sufrir un accidente, resbalarme, me puedo golpear, para mí es muy difícil”, comentó Luis Fernando Chan Chávez, quien quedó invidente hace un año a raíz de un accidente automovilístico.
Con bastón en mano y el apoyo de una amiga, Luis Fernando caminaba por las calles del centro cívico, con cuidado de no tropezar por el mal estado de las rampas.
En el centro comercial se repararon pocas rampas; sin embargo, los pocos esfuerzos del gobierno se ven opacados por personas que obstruyen estos espacios no solo con sus automóviles, sino en construcciones de edificios.
Tal es el caso de la reparación del inmueble de las calles Sonora y Galeana, para lo que se obstruyó una de las rampas con plástico, mientras que la otra está con escombro, lo cual es peligrosos para una persona invidente que intente pasar.