Los astronautas están obligados a prepararse durante años por una gran cantidad de pruebas y entrenamientos extremos, que pocos están capacitados para hacer, para ejercitarse tanto física como psicológicamente antes de despegar hacia el profundo e intrigante cosmos.
1.¿Cómo van al baño en el espacio?
Ante la urgencia de visitar el baño, la ISS cuenta con un inodoro espacial en el módulo ruso Zvezda, según la ESA. Para no salir flotando mientras se encuentran sentados en él, los astronautas deben sujetarse con correas al inodoro y así cumplir su misión.
En lugar de cloacas, el soporte del baño en la ISS posee un tubo de succión que traslada los desechos hacia abajo en una corriente de aire. Mientras que los sólidos se comprimen y almacenan para su eliminación posterior, la orina se recoge para reciclarla posteriormente, concluye la agencia espacial.
2. Los trajes espaciales luchan contra temperaturas extremas
Fabricado con materiales sintéticos termorresistentes, este modelo de traje no arde y ni se derrite cuando entra en contacto con las llamas. Los de proximidad, usados en la lucha contra el fuego y en accidentes aéreos, ¡aguantan hasta 260 ºC! Obviamente, los utilizados por los astronautas también deben ser capaces de proteger en condiciones de temperaturas extremas: del intenso frío espacial (-270 ºC) y del calor de la reentrada en la atmósfera terrestre (1.260 ºC).
3. ¿Cómo se bañan?
Como todos sabemos, casi la totalidad del agua que los astronautas consumen en el espacio se lleva desde la Tierra, por lo que tienen que racionar muy bien este preciado recurso. Por tanto, en lugar de darse una ducha, se enjabonan con un paño húmedo.
4. Pueden experimentar un aumento en su altura
Debido a la ausencia de gravedad en el espacio, los astronautas pueden experimentar un aumento en su altura. Esto se debe a que la columna vertebral se expande ligeramente sin la compresión de la gravedad terrestre. Sin embargo, una vez que regresan a la Tierra, su columna vertebral vuelve a su longitud original.
6. La comida espacial
La comida en el espacio es especialmente diseñada para ser fácil de consumir en un entorno de ingravidez. Viene en envases que evitan que las migas se dispersen y que los líquidos se derramen. Además, algunos alimentos son liofilizados o deshidratados para ahorrar espacio y peso.
7. Así se duerme en el espacio
En el espacio y en la Tierra, los trabajadores se acuestan en horas determinadas para, una vez descansados, despertar y continuar con su labor diaria, dice NASA. Sin embargo, en el espacio no hay ni arriba ni abajo, pero sí microgravedad. Por ello, los astronautas están ingrávidos y pueden dormir en cualquier orientación. Aunque deben sujetarse para no flotar dormidos y chocar contra algún objeto delicado.
8. Posibles consecuencias para la salud tras los viajes al espacio
Los astronautas suelen perder masa muscular, ya que en el espacio no emplean la fuerza que se necesita en la Tierra para vencer la resistencia que genera la gravedad. A veces se les hincha la cara, pues el líquido se traslada desde las extremidades inferiores hasta la parte superior del cuerpo, debido a la falta de gravedad. Otro de los daños que sufren es la pérdida de densidad de sus huesos (más de un 1% por cada mes en el espacio). Por último, la dificultad a la hora de caminar y realizar acciones normales es un problema con el que tienen que luchar tras su vuelta, entre otros.