Fabiola Navarro / MO

Al ritmo de la música, Lucio Valenzuela Monge, vende pan y empanadas fuera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), para alegrar un poco a aquellos pacientes o familiares de estos, que la pasan mal por una situación de salud.

Las empanadas rellenas de piña, piloncillo o calabaza o en el caso de los “pañalitos”, de queso y jamón, se disfrutan mejor presenciando el alegre baile de Lucio.

“El motivo por el cual yo bailo cuando vengo al Seguro Social, es porque me da mucha tristeza ver a la gente y yo les digo que la alegría y la felicidad no hacen daño, que dan ánimo para todos”, explicó.

No solo por el delicioso sabor del pan, sino porque contagia alegría, las personas se acercan a comprar y se distraen un poco de la situación por la que en ese momento atraviesan.

“Si me compran una, yo bailo, si me compran dos le hacemos un reservado sea hombre o sea mujer, pero sin meter la mano, recuerden que lo hago por necesidad no porque me guste”, comentó mientras bailaba algunas cumbias.

Con poco tiempo de dedicarse a la venta de este producto, da un consejo de mercadotecnia al resto de los vendedores, para que ofrezcan su mercancía con gusto.

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