CIUDAD DE MEXICO. Sin la participación de las 32 entidades federativas, los climas extremos, fríos a nivel de congelación y calores que asan y sus consecuencias, feroces huracanes, prolongadas sequías todo esto producto de los gases de efecto invernadero (GEI), el panorama climático para México es poco alentador, advirtió Gabriela Alarcón, de la organización Iniciativa Climática de México (ICM).
Los estados concentran las actividades industriales, energía, producción agrícola y ganadera, entre otras, generadoras de GEI.
Por ello, las acciones climáticas a nivel estatal, junto con los sectores social y empresarial, juegan un papel preponderante en la mitigación de los efectos del cambio climático, en línea con el Acuerdo de París.
La gerente de Acción Climática Subnacional de la ICM resaltó que los gobiernos estatales, si bien carecen de recursos, están dispuestos a hacer los esfuerzos de mitigación y adaptación, pero de los 32, sólo siete tienen avances importantes: Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Yucatán, Querétaro, Estado de México y Campeche; muchas otras entidades están muy atrasadas o prácticamente no tienen nada.
“En ICM se ha detectado gran interés a nivel estatal por hacer más en materia de cambio climático, pero en general, los estados enfrentan múltiples retos y el principal es la falta de recursos, seguido de carencia de capacidades técnicas y de personal profesionalizado al interior de las dependencias de medio ambiente”.
Sin capacidades es todo un desafío, explicó, porque el cambio climático es un asunto que no sólo debe estar adscrito a una dependencia o a una oficina, sino que debe ser transversal, por eso se necesitan equipos especializados para el análisis.
En cuanto a la falta de recursos, Alarcón señaló que se trata “de un círculo vicioso si no hay capacidad suficiente de personal especializado, porque no pueden estructurar ni preparar proyectos; se requieren niveles de conocimiento, análisis y preparación complejos y muchas de las veces los proyectos no llegan a ser lo suficientemente adecuados para ser bancables o financiables”.

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