Con birretes y entre aplausos, cinco canes celebraron el final de su entrenamiento como perros guía para personas con ceguera. En su graduación, los animales fueron presentados junto a los humanos a quienes asistirán durante los próximos 7 años.

La ceremonia fue llevada a cabo el 2 de diciembre en la Escuela para Entrenamiento de Perros Guía para Ciegos IAP de la Ciudad de México y fue oficiada por su presidenta y fundadora, Silvia Lozada.

La presidenta de la Escuela arrancó el evento presentándose y contando su historia. Lozada relató que tiene ceguera desde los 3 años de edad y que a los 19 años pudo tener la oportunidad de ir a Estados Unidos a reunirse con su primera perra guía.

La fundadora de la Escuela declaró que la ayuda de su pastora belga la inspiró a compartir “la bendición” de los perros guía en México y agradeció a todos los asistentes al evento, entre los que destacaban representantes de marcas, prensa y público general.

El evento oficiado por la Escuela remarca la importancia de su existencia pues, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México existen 2.370.000 personas con deficiencia visual y más de 415.800 personas con ceguera.

En 1988 la Escuela para Entrenamiento de Perros Guía para Ciegos IAP abrió sus puertas, y se convirtió en la primera escuela de este estilo en México y América Latina. Desde entonces, se han graduado 138 binomios con personas de todos los estados de la república mexicana y del continente americano.

La misión de la fundación, de acuerdo con información disponible en su página oficial de Internet, es contribuir al bienestar, la independencia, movilidad y autoestima de las personas con discapacidad visual de escasos recursos por medio de su rehabilitación inclusiva y la donación de perros guía entrenados en México.

La asociación especifica que los recursos invertidos en cada perro hasta el momento de su jubilación ascienden a 500.000 pesos mexicanos, pero que los solicitantes de canes de asistencia deberán cubrir una cuota de recuperación de 25.000 pesos, los cuales serán destinados a cubrir los gastos de alimentación, capacitación, alojamiento y accesorios del cánido de apoyo visual.

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