Los casi mil niños que hoy viven en las calles de la región parisina, donde se celebrarán la mayoría de pruebas deportivas de los Juegos Olímpicos de París 2024, serán desplazados y verán interrumpidas sus prestaciones sociales durante la justa universal, alertaron este viernes un colectivo de ONGs francesas.
En una conferencia de prensa celebrada en París, representantes de ‘Le revers de la médaille’ (‘La otra cara de la medalla’), un colectivo integrado por 75 ONGs, denunciaron la inacción del Comité Organizador de París 2024 (COJO) y el Gobierno francés.
Estos niños junto con sus familias, dejarán de tener acceso a alojamientos de emergencia, distribución de alimentos y servicios jurídicos, detallaron.
Este colectivo consiguió reunirse con el COJO para plantearle qué iba a pasar durante el verano de 2024 con estos menores, las 3 mil 500 personas sin hogar que hay en la capital francesa y las decenas de miles que contabiliza la región parisina.
La respuesta recibida fue que ‘nunca’ se lo habían planteado, explicó el responsable de comunicación de la ONG Utopia 56, Nikolaï Posner.
En el COJO se mostraron ‘bastante abiertos a la idea de avanzar en estas cuestiones’, pero el Ministerio del Interior es el que ‘tiene la sartén por el mango’, agregó Posner.
Por ello, las ONG hacen un llamado a la para que se trate este tema ‘a la altura de los Juegos Olímpicos’, que no serán inclusivos hasta que se tenga en cuenta a las ‘personas en peligro de exclusión social’, como recordó la abogada Carole Painblanc.
En esta ocasión, se juntaron en la calle para llamar la atención mediática y popular.
Paul Alauzy, integrante de la antena francesa de Médicos del Mundo, avisó:
“Seis meses son mañana, necesitamos un plan de emergencia ya. Hay muchos profesionales de la solidaridad que nos pueden ofrecer soluciones, que son actores de cambios. Nosotros sabemos lo que tenemos que hacer.”
Alauzy sugirió que se utilicen las 18 mil viviendas vacías de las que hay constancia en París, pero si esa u otras medidas no llegaran a efectuarse, el colectivo está dispuesto, si hace falta, a montar un ‘campamento humanitario’ para demostrar que ‘el Estado está fallando’.