Un fuerte terremoto golpeó una zona montañosa en el noroeste de China, según dijeron las autoridades este martes. El sismo destruyó viviendas, dejó a los habitantes al raso en una noche invernal con temperaturas bajo cero y mató a 126 personas, el temblor más letal en el país en nueve años.

El sismo de magnitud 6.2 ocurrió justo antes de la medianoche del lunes e hirió a más de 700 personas, además de dañar viviendas y caminos y derribar cables de luz y comunicaciones en las provincias de Gansú y Qinghai, según autoridades y medios chinos.

Mientras los equipos de emergencias buscaban a los desaparecidos en edificios derruidos y al menos un alud de tierra, la gente que había perdido sus hogares se preparaba para pasar una fría noche invernal en carpas en puntos de evacuación preparados a toda prisa.

“Siento ansiedad, ¿qué otros sentimientos pueden haber?”, dijo Ma Dongdong, que explicó en una entrevista telefónica que tres dormitorios de su casa habían quedado destruidos y parte de su establecimiento de té con leche había quedado expuesta. No se había atrevido a regresar a casa por temor a las réplicas, y pasó la noche en un campo con su esposa, dos hijos y algunos vecinos, con una hoguera para calentarse. A media mañana fueron a un campamento de carpas que según Ma alojaba a unas 700 personas. Para media tarde estaban esperando a que llegaran mantas y ropa de abrigo.

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