Miguel Ángel Vega C. 

De todas maneras ¡Feliz año nuevo! 

Por ser esta la última columna que escribiremos en este tormentoso 2023, es que de una vez les deseamos a todos nuestros lectores y todos los mexicanos, un feliz año nuevo. Y que en este 2024, que con la bendición del creador de todas las cosas, veremos llegar la noche comprendida entre el domingo y lunes, se cumplan todos nuestros anhelos y nuestros propósitos, que haya mucha salud, que haya prosperidad económica, pero sobre todo paz en nuestros corazones. Sin duda el próximo año sabemos que será decisivo, porque será año electoral, donde habrá relevo de más de 20 mil cargos públicos, entre ellos el de presidente de la República, en lo que hemos llamado la madre de todas las elecciones. Sabemos que las dos precandidatas que se la jugarán se llaman CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, por el lado de Morena y sus partidos aliados, así como XÓCHITL GALVEZ RUIZ, por el lado de la oposición, formada hasta el momento por los partidos PRI, PAN y PRD, más alguna parte de organizaciones de la sociedad civil que se le han unido. Hasta ahora no sabemos si Movimiento Ciudadano se vaya unir a alguna de las dos candidatas, o si lance candidato propio. Deseamos de todo corazón que Dios guíe el voto de los electores, a favor de la que le vaya a traer más beneficios a los mexicanos, para que trabaje en la presidencia como una verdadera estadista, que vea por los que menos tienen y por el país. Y siendo más concretos que el hacedor de todas las cosas guíe a las electores para que haga ganar a aquella que cuente con los arreos, la inteligencia, la decisión y el valor,  de regresarnos aquel México, donde se podía dormir en un catre en el portal de nuestras casas, sin que alguien mal intencionado llegara en la noche a provocarnos daño. Alguien que  sea capaz de combatir la inseguridad espantosa que se vive a lo largo y ancho de nuestro país. Pero además que gane aquella que termine de raíz con el gravísimo problema que hemos padecido en los últimos años por la escasez de medicamentos, motivo por el que ha muerto y sigue muriendo mucha gente que no cuenta con los recursos para adquirirlos de manera particular. Y deseamos de todo corazón que gane aquella de las dos que cuente con la sabiduría para darle valor al poder adquisitivo que se ha ido hacia las nubes, porque los sueldos a pesar de que se han dado aumentos históricos al salario mínimo, no alcanza ni para las necesidades básicas de una familia. De la misma manera que gane aquella que sí tenga el valor y la decisión de combatir la corrupción en nuestro país, que ha sido uno de los flagelos que ha mantenido a México como tercermundista, cuando contamos con gente solidaria y emprendedora, con visión de futuro, así como riquezas naturales que otros países las quisieran, pero que los beneficiarios reales siguen siendo solo unos cuantos y los de abajo solo alcanzamos miserias. Hacemos votos porque gane aquella que impulse una verdadera educación enfocada al progreso, desarrollo y prosperidad del país, que nos convierta en competitivos en el ámbito internacional, a donde claro que podemos arribar, si impulsamos la ciencia y la tecnología, a los niveles de otros países tan progresistas como Japón o el propio Estados Unidos. De la misma forma deseamos que gane aquella que gobierne para todos los mexicanos en general, sin distinción de colores partidistas y que combata la polarización y las rivalidades entre los propios mexicanos, para lograr un país unido, en pro de la solución de los verdaderos problemas que enfrentamos y no vernos como enemigos unos a otros, cuando lo que nos conviene es vernos como hermanos. Que gane además aquella que transparente el uso de los recursos públicos, combatiendo la opacidad, porque los mexicanos tenemos derecho a saber cuál es el verdadero destino de nuestros impuestos. Que combata también la impunidad, castigando a quienes cometan delitos de cualquier índole, sea del partido, raza, religión o condición social que sea, porque la impunidad es el fertilizante de la delincuencia que la alimenta y la fomenta, a los grados que actualmente la estamos padeciendo. Que logre mayores votos la que combata el nepotismo y que no practique la simulación, prometiendo en campaña, lo que hará en sentido contrario, una vez llegando al gobierno. Pero hay algo de vital importancia que desde luego no debemos pasar desapercibido, en el sentido de que la tarea de mejorar a nuestro país, no es solo del gobierno, quienes así lo crean están equivocados. Y claro que sí hay corrupción, impunidad, opacidad y una inseguridad que nos asfixia, sin embargo, los ciudadanos tenemos una gran responsabilidad, porque nosotros mismos fomentamos la cultura de esos virus cancerígenos que mantienen al país al borde del colapso. Por ejemplo, la responsabilidad de la inseguridad tan espantosa que vivimos, por naturaleza es multifactorial, porque desde varios ángulos se fomenta y se impulsa, sin embargo, los mayormente culpables son los consumidores de droga, porque ellos son los que fortalecen las finanzas y el poder de las armas del crimen organizado. Un comercio sin ventas lo primero que le ocurre es caer en bancarrota, pero en el caso del crimen ocurre todo lo contrario, porque los propios consumidores lo fortalecen con la compra y consumo de droga, lo cual provoca otros problemas que han venido pudriendo a gran parte de la sociedad. Y en ello tenemos mucho que ver los padres y madres de familia, que somos alcahuetes con nuestros hijos, que no nos preocupamos por vigilarlos para ver cómo van sus calificaciones en la escuela, para ver cuáles son sus compañías, para ver a qué horas y en qué condiciones regresan a su casa por las noches cuando salen a alguna reunión. Y en esto obviamente que tienen que ver las familias disfuncionales donde las madres solteras se hacen cargo de la economía del hogar y pasan el día trabajando sin saber a ciencia cierta cuál es el camino que siguen sus hijos. Por supuesto que en el tema de la inseguridad, mucho tiene que ver la corrupción de personal del gobierno, que acepta sobornos de parte del crimen para dejarlos que trabajen impunemente, porque de lo contrario sencillamente no podrían operar. Sin embargo, la bola de nieve ha crecido a tamaños agigantados, al grado que actualmente resulta complicadísimo acabar con ella y solo Dios sabe que más nos espera, porque cuando pensamos que ya lo hemos visto todo, resulta que la vida nos manda otra sorpresa de mucho mayores dimensiones, donde nos demuestra que el tema de la inseguridad va a la alza a un paso tan vertiginoso, que difícilmente podremos ponerle freno. Por eso es que en este año que está por empezar, hacemos la ferviente invitación a que cada quien en lo personal trate de ser mejor ciudadano, porque los problemas son tan grandes que a estas alturas el gobierno, sin la participación de la sociedad, sencillamente ya no podrá encontrar la solución, ni siquiera el alivio.  De todas maneras ¡Feliz Año Nuevo!

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